Mire mi arma con un poco de indiferencia, la verdad, ni siquiera la llevaría si no tuviera otra alternativa, este era el mejor respaldo que podía tener de momento, siendo inesperadamente increíble el hecho de que sucediera una cosa así, creo que nadie puede tener idea de que se siente tener la obligación de tomar un arma hasta correr el riesgo de morir por una horda de zombies. Camine rápidamente por el inmenso pasillo tratando de encontrar algo que me ayudara a guiar mi camino, evitando los cuerpos muertos, que seguramente serían reanimados, terminando, más vivos que antes y más muertos que nunca.
Solo pude notar como algunos estaban empezando a moverse en ligeros espasmos involuntarios, de inmediato negué con mi cabeza mientras empezaba a acelerar mi paso con una pequeña mirada nerviosa. Estaba bien, podría encargarme de uno o tal vez dos, pero, encargarme de ocho o más seguidos, era algo que yo creo imposible para mí. Simplemente seguí avanzando mientras empezaba a ponerme ansioso, en todo lugar donde iba habían quejidos de personas muertas que trataban de moverse, era más que preocupante. Camine hasta llegar a un pequeño cruce, en el final de lo que parecía, esta sección del pasillo habían tres caminos.
Observé el pasillo de la derecha, lleno de piezas negras, observando como las habitaciones estaban llenas de cuerpos. En ese instante se escucho un profundo ruido en medio de una de ellas mientras veía como un brazo escapaba de una de las puertas mientras trataba de salir, las negras uñas me recordaron al instante anterior, mientras veía como esa mano trataba de avanzar, clavando sus uñas en el suelo. Esa imagen grotesca empezó a llenar el lugar de nuevos quejidos mientras un ligero mareo se generaba en mi mente, mi dedo apunto el lugar antes de guardarlo algo temeroso.
[◇¡Yo por ahí no paso!◇] Dije mientras, con una voz ligeramente temerosa, sonreía nerviosamente, antes de girar mi cuerpo. En el siguiente camino, el de en frente, se encontraba un tumulto de habitaciones blancas, bueno, que eran blancas, porque ahora estaban manchadas de sangre y todo tipo de fluidos. Con cuidado negué con mi cabeza mientras observaba en mi imaginación todos los posibles problemas, agraciando un poco mi dolor de cabeza. Indiferente, voltee mi cabeza a la izquierda, descartando firmemente la opción de adelante, con una pequeña mirada molesta observe que el ruido de la sirena parecía provenir de manera mucho más ruidosa desde ese lugar.
{Prefiero destrozar mi mente con ese ruido a que lo destrocen de verdad. Al menos podría callar ese maldito ruido su coy por aquí} Pensé con determinación mientras avanzaba por el lugar, mi mirada se centro en el pasillo mucho más estrecho, ya no era tan amplio, sino que en realidad, parecía estar hecho para que solo pudiera caminar un grupo de personas. Tampoco preste mucha atención a que la cantidad de cuerpos aquí era mucho menor, así como no preste atención a que seguramente como yo había notado lo ruidosa que era la bocina, seguramente esas criaturas incluso la notarían más que yo. Simplemente no había pensado en ello, pero, tampoco necesitaba notarlo, de todos modos, solo venía por algo aquí.
En poco tiempo encontré algo increíble una puerta eléctrica, esta se cerraba y se abría una y otra vez sobre lo que parecía un cuerpo, este estaba sin ninguna mordida, pero, aun así se veía realmente asqueroso. Tenía una pequeña bata sobre un traje de oficinista, lo que daba un aire de empresaria o alguna clase de jefa, ella tenía claras marcas de pisadas en sus cuerpo, pisoteada hasta morir, una pésima forma de morir si me lo preguntan. Con cuidado pase a través de la puerta, tenía suerte si podía decirlo, esta estaba abierta solo por una razón, la cabeza de la chica, con ese pelo negro cubierto de sangre, enmarañado, estaba chocando con la puerta que trataba inútilmente de cerrar, lo que provoco una macabra imagen de bienvenida.
Me acerqué a la mujer y tomé la pequeña tarjeta en su cuello, parecía importante, además me serviría como identificación falsa, porque era obvio que la mancha de sangre alrededor de toda la tarjeta obstaculizaría la vista del rostro. Además, de todos modos no le serviría, el ruido asqueroso que se escuchaba se hacía cada vez más sonoro, como madera quebrándose, seguramente la cabeza de la chica muerta a punto de explotar. Sin inmutarme mucho con una marca indiferente, pase sobre su cuerpo y pise sin quererlo, pero, tampoco sin evitarlo su cuerpo.
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Caos Sin Identidad
Random¿Saben? Hice una hermosa descripción que me tomo al menos diez minutos, sintiendo que valía la pena y teniendo como un final, el giro inesperado de la trama, solo puedo decir que accidentalmente toque el botón de retroceso y lo borré. Sí esta histor...