Cuentos de Athy y Lucas

El ángel de la muerte (especial de Halloween)

¿Qué pasa cuando el amor abraza a la muerte? ¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte...

Este trabajo es bastante aburrido. Todo el día debo de estar persiguiendo humanos, a todos debo de acompañarlos a cumplir un deseo. Todos codiciosos. Dinero, alcohol, mujeres, bienes materiales. Deseos estúpidos y pasionales. No entienden el verdadero significado de estar vivo. Yo estuve vivo.

Hace miles de años cometí un error y como castigo terminé aquí, en el limbo, un lugar en donde vagan las estúpidas almas humanas con asuntos pendientes. Y las personas que me han tocado no pasan la prueba para subir al cielo, así que me categorizaron como el ángel de la muerte.

En medio de su travesía entre las épocas, Lucas, el ángel de la muerte, encontró un alma muy peculiar. Estancada, sin movimiento, parada ahí esperando a que el tiempo pase. ¿Qué tiempo, si los muertos no tienen tiempo?. Era una luz azul muy brillante. Mientras más brillante es un alma más pura es.

Lucas invocó un papiro con la información del alma.

"Quinta reencarnación. Desgracias en todas. Muerte prematura en todas. Sin razón de vivir"

-Esa fue su última reencarnación. Pero que alma tan interesante- se acerca a ella -Estoy aquí para ayudarte. ¿Qué es lo que más deseas?

-nada- una voz sin vida, sin ánimos respondió la pregunta

-Puedo cumplirte cualquier cosa que desees, hasta la cosa más estúpida e irreal que se te ocurra- se encogió de hombros con aires de grandeza

-Entonces...quiero ser feliz- el alma lo mira con un atisbo de esperanza

-mmm...es un deseo muy ambiguo, pero haré que seas feliz - chasquea los dedos.

Por arte de magia aparecieron en un gran castillo. La pequeña alma solitaria se volvió una hermosa joven rubia de ojos azules como joyas. Así se veía en su vida anterior. Mientras que Lucas tenía el pelo negro largo y ojos rojos, se veía igual que siempre, pero con ropa distinta.

-¿Donde estamos?- pregunta la joven

-En tu antigua casa- según lo que leyó Lucas sobre esa alma solitaria, era que fue una princesa bastarda y que su padre la condenó a muerte por intentar envenenar a su hermana, cosa que no fue cierto, pues el alma de ella era muy pura

-¿Por qué volvimos aquí?- un sentimiento de pánico se hizo notar en si tono de voz.

-No estamos ahí, estamos en un lugar donde puedes hacer lo que quieras sin que repercute en el mundo humano. Pues los muertos no tienen derecho a interferir ahi- responde directamente.

La palabra "muerto" resonó en la cabeza de la rubia un buen rato, pero se pudo calmar. Pues no estarían ellos ahí.

-pero a pesar de no estar viva puedes vengarte todo lo que quieras y todas las veces que quieras- la tienta a oscurecer su corazón y satisfacer su deseo de venganza.

- no quiero -dice seriamente.

-pero mira- con un chasquido invoca a Kiel, la persona que la ilusiono, a Claude, su padre, quien la mando a matar y Zenith, la persona que provocó toda su desgracia - puedes hacerle todo lo que quieras. Si tu corazón lo desea puedes matarlos de maneras infinitas.

-no quiero venganza. No quiero lastimar a otros, pues me haría ser alguien igual a ellos - dice mientras se acerca a los tres y los mira con pena.

-Athanasia...¿la venganza no llenaría tu corazón?- la joven lo mira. Sus ojos brillantes y determinados le dicen ...

-No, nunca me haría feliz