NOTAS PREVIAS: Historia escrita para concurso de la página "Otra página de XiCheng" en facebook uwu
Perdón por lo malo.
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Toda su vida Lan XiChen se sintió fuera de lugar. Como si no perteneciera ahí, a su familia, sus amigos, sus compañeros... era una sensación que siempre supo ocultar y disfrazar de cordialidad tras una sonrisa, pero en el fondo lo sabía; era diferente a los demás.
Y eso se debía a que al parecer su voz tenía "poder".
Desde que era pequeño, y luego de la muerte de su madre, lo que dijera se cumplía. Tan simple como eso; cualquier cosa salida de sus labios ocurría como si de un hechizo se tratara.
Esto le trajo más problemas que beneficios, ya que que su voz tuviera esa clase de poder le hizo ser cuidadoso con lo que decía y pedía. Claro que eso no significó que dejase de hablar, solo el que se limitase mucho al momento de hacerlo.
Quizás pudo intentar aprovecharse de esto cuando joven y conseguir algunas cosas que siempre quiso y nunca pudo tener, pero las palabras de su madre antes de morir se repetían como un rezo en su cabeza: "No siempre confíes en tu voz, A-Huan, sino también en el poder que yace en tu amabilidad", palabras que había predicado como suyas desde entonces.
Además, si era sincero, aprovecharse de su "poder" no le agradaba. Para nada.
Cuando niño trató de preguntarle a su tío por el origen de este poder, pero este no fue capaz de darle una respuesta, su actitud renuente demostraba que algo ocultaba. Era raro que su noble tío no le dijera la verdad, y que con un solo "Ya será el momento de que te enteres, A-Huan" fuera suficiente.
Obviamente, jamás volvió a preguntar; se notaba que el tema era un tanto incómodo para el mayor, y lo que menos quería era importunar.
Pero ahora ya tenía 25 años, y al parecer aun no era momento de merecer la verdad. Aunque tampoco le importaba; podía controlar de cierta forma aquel misterioso poder en su voz, haciendo de su vida lo más normal posible. Bueno, lo que se podía considerar normal si se tenía en cuenta que se crío dentro de una familia muy conservadora con más de 3000 reglas.
Hasta que algo pasó un día. Fue una noche fría de enero cuando regresaba a su casa luego de un agotador día de trabajo. Días antes estuvo nevando en una tormenta usual de la estación fría, y ahora la nieve solo quedaba como un manto a punto de desaparecer. Y a un lado de la puerta de su casa, sentado elegantemente en la cornisa, una visita extraña lo recibía; un gato.
No era que los gatos le sorprendieran, amaba mucho a los animales, y los felinos no eran la excepción, solo que había algo en aquel animal que le causó extrañeza, como si le estuviera atrayendo; sin duda no era un gato normal. Su pelaje corto de color negro brillaba bajo la luz de la luna, tenia grandes ojos violáceos, y aunque pareciera extraño, un ceño fruncido. Al parecer debía tener dueño, pues alrededor de su cuello tenía una cinta morada en la que había un cascabel hermosamente tallado.
–Hola pequeño, ¿estás perdido? – le preguntó al animal, como si este le fuera a responder de verdad. No es que Lan XiChen estuviera esperando una réplica, solo que siempre les había hablado a los animales; eran después de todo, los únicos que jamás se vieron afectados por su voz.
La única respuesta del hermoso animal fue una mirada astuta que parecía juzgarlo. Lan XiChen sonrió, definitivamente el gato parecía tener el ceño fruncido.
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Un encuentro mágico
FanfictionLan XiChen siempre se preguntó de donde venía ese extraño poder que tenía su voz, pero nunca nadie se lo explicó. Suponía que eso estaba bien, ya que no dañaba a nadie, ¿verdad? Hasta que un encuentro inesperado le hizo interesarse en ello: -Hola pe...