Hecho el tutor de un niño recién nacido a los diecinueve años, Alastair ha hecho todo lo posible por ser el mejor padre que pudo para su hermano pequeño. Pasó las noches sin dormir con un bebé, dominó el cambio de pañales y la alimentación con biber...
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A Alastair le hubiera gustado tener otra oportunidad de hablar con el encantador Sr. Lightwood, pero entre la necesidad de ir a su propio trabajo por la mañana y solo tener un descanso de cuarenta minutos para el almuerzo por la tarde, así como el considerable enjambre de padres, principalmente madres solteras. y ahora esposas que parecían aburridas, Alastair había notado con poca diversión: eso rodeaba al Sr. Lightwood cada vez que lo veía, Alastair apenas tenía tiempo para saludarlo con la cabeza o sonreír. No debería haberle molestado, no tenía idea de si el Sr. Lightwood estaba interesado en los hombres e incluso si lo estaba, era el maestro de Eliot y, por lo tanto, estaba completamente fuera de los límites. Nada podría surgir de su atracción.
Eso, por supuesto, no evitaría que Alastair se quejara en una rara noche de viernes, dos semanas después de que comenzaran las clases. Alastair era fantástico para quejarse, podía hacerlo durante horas y horas si lo deseaba, y con una noche para él solo: Eliot estaba teniendo una fiesta de pijamas con Cordelia, James, Will y Tessa en la casa de la familia Herondale, donde indudablemente lo mal criarían. Una noche con un buen vino tinto en su mano y sus amigas Anna y Ariadne a su lado, también igualmente borrachas, fácilmente podría pasar toda la noche lamentándose del ridículo picor que era el Sr. Lightwood.
-¿Por qué no podía ser un anciano con un bigote estupido?-Alastair dijo después de un trago considerable de su copa. Ahora estaba casi vacía y pronto tendría que ir al bar para volver a llenarlo.
-No lo sé, nena - Ariadne respondió en un tono consolador que Alastair estaba bastante seguro de que solo era medio sincero. Hizo girar la pajilla en su propio vaso, mezclando el vodka con los licores atrozmente brillantes en el fondo de su bebida. Alastair no estaba seguro de qué era el cóctel verde brillante, pero necesitaba tomar un sorbo de su copa en un momento. Se veía delicioso.
-¿Mala suerte?-Anna sugirió, su tono completamente divertido. -¿Quizás es el universo finalmente devolviéndote lo de Charles?- Añadió, levantando su propio vaso para sorber el líquido ámbar del interior. Alastair no se resistió a hacerle una mueca sobre su copa de vino.
-¿Pensé que habíamos acordado no hablar de él?-El respondió. Charles todavía dejaba un sabor amargo en su boca; había sido un error horrible tratar con el hombre casi casado. Incluso si no hubiera sabido la verdad en ese momento, había habido varias señales de advertencia que había pasado de golpe para salir con él y sin duda era uno de sus mayores arrepentimientos. Particularmente cuando su entonces prometida Grace apareció en su trabajo para confrontarlo.
Sin embargo, no estaba lo suficientemente borracho como para permitirse reflexionar sobre eso, y lo apartó a la fuerza de su mente.
-Y además, ya era un castigo suficiente. Thomas Lightwood es su propio infierno especial, creo - Alastair no pensó que hubiera dicho algo particularmente malo; Definitivamente había dicho cosas peores en cualquier caso, por lo que no estaba listo para que su declaración hiciera que Anna se atragantara con su bebida.
