Cambios

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"Todos cambiamos.
Nadie es la misma persona que era hace un año, a veces somos mucho mejor y otras veces peor.

Todos tenemos algo que nos hace cambiar.
Ya sea una alegría, una amistad, un amor, una traición, una mentira o un dolor."


*  *  *

ーEso es todo.

Sasuke colocó la última prenda en el armario y observó con aburrimiento el pequeño departamento en el que viviría a partir de ahora. La pequeña Sarada jugaba con su manta mientras permanecía ajena a aquellos problemas que invadían la mente del Uchiha durante las noches.

ーPa…pá ーaquella simple palabra hizo que el corazón de hielo de Sasuke se derritiera por un segundo.

ー¿Qué has dicho? Repítelo. ーOrdenó.

ーPapá, papá, papá… ーbalbuceó la pequeña.

El corazón del Uchiha se saltó un latido y volvió a su ritmo normal

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El corazón del Uchiha se saltó un latido y volvió a su ritmo normal. Después de tantos malos ratos, por fin había algo de felicidad en su vida. Tomó a su hija en brazos y se dirigió al parque, como cada tarde. Recorrió las calles del centro de Konoha y cerca del mercado se encontró con Ino y Sai que llevaban a su pequeño al pediatra.

ーSasuke-kun ーsaludó la rubia.

ーIno, Sai… ーles dirigió un saludo simple y frío ーrecuerda que mañana quedaste de ayudarme a cuidar de Sarada mientras voy a esta misión de 2 días. ーLe recordó a Ino.

ーLo sé, pero… ーla rubia tragó saliva y soltó la pregunta ー¿has pensado que tal vez estaría mejor con Sakura?

ーYa te dije que no quiero hablar de ella ーgruñó ーahora, si no puedes le diré a alguien más.

ーNo, yo me haré cargo, ーse apresuró a responder la Yamanaka ーasí Inojin tendrá con quien jugar un par de días.

ーTe lo advierto Ino, si regreso y mi hija no está contigo…

ーYa entendí Sasuke-kun… ーla rubia lo interrumpió a media frase.

ーHump ーle dirigió una última mirada a la pareja y siguió su camino hacia el parque.


*  *  *


ー¡Kyaaaaa! ーgritó mientras caía de espaldas, cerró los ojos esperando el golpe pero nunca llegó.

ー¿Estás herida? ーla voz del Uchiha la tomó por sorpresa, abrió los ojos lentamente y se encontró con un ojo negro que la miraba fijamente, el otro estaba oculto debajo de un flequillo azabache.

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