Ayúdame •TC• (En edición)

Epílogo

—Vamos Venus tenemos que apresurarnos.— Mamá me apuraba para que desayunara más rápido y papá estaba prendiendo el carro. Al terminar salimos corriendo y nos subimos al carro para ir al aeropuerto ya que Timothée iba a pasar las vacaciones aquí y todos estábamos emocionados.

—¿Como te sientes Venus?— Mamá dirigió su mirada hacia a mi.

—Emocionada, ya quiero verlo otra vez.— sonreí y mamá soltó una ligera risa.

—Yo también hija, yo también.—

Llegamos al aeropuerto y los tres andábamos a paso rápido por qué Timothée llegaba en 20 minutos y traíamos un cartel chiquito en donde decía su nombre para que nos ubicara al momento de llegar.

Nos fuimos de nuevo a extremo de extremo para esperarlo en la puerta y estaba sentada en unas sillas mientras mataba el tiempo viendo a las personas pasar, traían regalos, globos, flores para sus queridos y me sentí mal que nosotros sólo un cartel pequeño.

—Mamá, iré a comprar flores para Timo, me siento mal que solo traemos un cartel pequeño para el.— Mamá asintió y me dio dinero y corrí a las tiendas para ver en donde había flores y bingo había encontrado una florería que debo de admitir que algo raro pero efectivo.

Al ingresar los dueños me saludaron y me dieron la bienvenida a los que les di las gracias y me dirigí a las flores y agarre un ramo pequeño. Al ponerlo sobre el mostrador me dijeron el total y les di el dinero y me dieron las gracias por haber comprado en su tienda.

Iba de regreso a donde estábamos esperando a Timothée y veo que mis papás están abrazando a alguien de cabellos rizados y salgo corriendo y el castaño me ve y tira su mochila y corre hacía a mi también. Nos vemos ridículos corriendo peor en ese momento no nos importa. Me tiro sobre el y me agarra mientras damos vueltas y reímos y las flores le pican en la nuca y nos separamos, al hacerlo soltamos pequeños gritos mientras brincamos en nuestro lugar.

—No lo puedo creer.— dice Timmy com manos en su boca.

—Son para ti.— le muestro el ramo mientras unas lágrimas posan en mis mejillas.

—¿Me pedirás matrimonio ahora?.— me dice mientras agarras las flores.

—O si espera deja saco el anillo.— hice como si buscara algo en mi bolsa y le saco el dedo de en medio y el indignado me pega con el ramo de flores.

—Eso dolió idiota.— me sobo mi cabeza y el ríe y me abraza otra vez.

—Otra ves juntos.— me dice y me da un beso en la cabeza.

Se sentía bien tenerlo de vuelta.