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Namjoon no volvió a hablar en todo el trayecto, solo conducía silenciosamente. En ese momento, había un breve mensaje de texto que había hecho sonar su celular. El teléfono estaba al alcance de su mano y Namjoon abrió el buzón mientras alternaba la mirada.

Suspiró, y miró discretamente a Taehyung, que se encontraba observando con atención por la ventana...

El mensaje de texto era de Jeongguk .

«No volveré al jardín de té hasta que encuentre la médula ósea adecuada. Por favor, cuida mucho a mi pequeño Tae».

Namjoon eliminó el mensaje y arrojó el teléfono al asiento trasero. Estaba molesto en su corazón y sus emociones se encontraban en un constante y desequilibrado cambio. Odiaba el tono tan condescendiente de Jeongguk, como si todavía fueran un par de amantes afectuosos. Namjoon se siente raro siempre que le habla. ¿De verdad le había pedido que cuidara de Taehyung? Sin embargo, Namjoon, también es consciente de algunos puntos. Dijo que no iba a volver.

Namjoon se rio. De todas maneras, ya no iban a estar allí.

✤✤✤✤✤✤

El auto se estacionó en el jardín de té, Namjoon abrió la puerta y extendió los brazos para sostener a Taehyung.

—No te muevas sin mí, o seguramente los perros van a tirarte.

Taehyung se sentía mucho más aturdido que antes, sus hombros y sus clavículas se veían huesudas. Había grandes manchas rojas surcando desde su cuello hasta sus axilas y su espalda. El viento del exterior todavía estaba un poco frío, y Taehyung no pudo evitar toser desesperadamente contra el pecho de Namjoon.

—¿Tienes frío? —Namjoon lo condujo hasta la cerca de seguridad y permitió que Taehyung extendiera la mano y usara su huella dactilar para abrirla. Advierte el susurró del viento y dice—Estas bajas temperaturas vienen a decir que la primavera se acerca.

Una vez adentro, Namjoon lleva a Taehyung a sentarse en el sofá. Le extiende las piernas para poder ponerle un par de zapatillas de algodón:

—¿Quieres ver la televisión? Iré a poner el humidificador y también encenderé el aire caliente, ¿está bien?

Taehyung asintió rápidamente, esperando encontrarse con ese par de ojos marrones como la tierra. Taehyung extendió las manos y acarició suavemente el cabello de Namjoon. Era igual a... Tocar un perro grande. Namjoon se agachó, después sonrió y tomó la mano de Taehyung para besarle lentamente entre los dedos. Se levantó y se inclinó para besar también su mejilla.

—¿Por qué eres tan hermoso?

El rostro de Taehyung está visiblemente enrojecido. Un poco avergonzado, recorrió sus orejas con los dedos y murmuró:

—Tú... Pareces un perro.

—¡Voy a morderte!

Namjoon lanza un gruñidito y se ríe. Taehyung lo hace también.

—Vuelve a tus cosas, anda.

Se da cuenta inmediatamente del ceño fruncido del doctor y de que parece, otra vez, estar a punto de llorar. Taehyung no puede soportarlo. Namjoon sacude la cabeza, como si intentara eliminar de ella algún tipo de pensamiento feo. Dijo:

—Te voy a conseguir algo de comida.

Taehyung sostuvo una almohada y lo miró:

—Cuando vayamos a Yangzhou. ¿Qué pasará con el jazmín del jardín?

Namjoon se dirigió a la cocina y su voz apenas se escuchó:

—A parte de ti, no pienso demasiado en lo demás.

Los 10 años en que más te amé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora