Chapter XLIV: Una Muerte Chiquita

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Hay de muertes a MUERTES, la mejor es especialmente la que se anhela como si fuera la llegada al paraíso esa que los hombres llaman la muerte chiquita porque creen que una vez después de cruzar su frontera no podrán seguir pero que para las mujeres es apenas entrar a la vida, esa muerte chiquita es la única muerte que podemos conocer con la conciencia de estar muriendo, estar cayendo, estar abandonándolo y entregándolo todo por esa persona que nos deja sin aliento, que nos pone al límite con cada roce, con cada caricia, con cada beso, que posee nuestro cuerpo de manera única mientras nos enseña amar y amarnos a nosotros mismos más allá de lo imaginad, de lo seductor, de lo prohibido
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Se calla la luz el sonido se apaga el aleteo de un grito se deja escuchar en la habitación, sus ojos llenos de deseo no pueden evitar encontrarse una y otra vez mientras se sonríen con malicia se encontraban al límite solo unos cuantos empujes más y llegarían al paraíso. 

–Estoy muy cerca-susurro la rubia en el oído de la morena 

–Igualmente-Jennie hablo con dificultad 

La diva incrementa el ritmo de sus caderas así como los dedos de Jennie recorren de arriba hacia abajo la espalda de su novia mientras suelta fuertes suspiros. De esa manera se mantienen unos cuantos minutos hasta que finalmente las dos consiguen tener un orgasmo, la diva trata de mantener el contacto visual con Lisa lo más que puede hasta que termina desplomándose sobre el cuerpo vencido de la rubia después de a verlo escoltando hasta el delirio. 

–Definitivamente las tacitas va ser mi juego favorito de ahora en adelante-Jennie susurro en el oído de su novia 

–También el mío-intentado regularizar su normalidad 

–Nunca me cansare de decir esto, te amo-mientras suspiraba, la morena levanto para encontrarse con la de su novia 

–Yo tampoco me cansare de escucharlo y de decirlo, te amo-le miro 

El sonido del llanto de Ella se dejó escuchar a través del comunicador logrando captar la atención de ambas chicas las cuales sonrieron muy libremente. 

–Ella debería estar dormida-miro el comunicador 

–Es el chocolate, no volverá a comer chocolate-la rubia se levantó de la cama 

–Estas exagerando un poco-sonrió la morena 

–No, no lo hago-salió de la habitación 

–Sí, si lo estas-antes de desplomarse en la cama soltando un suspiro 

APARTAMENTO DE JISOO

Jisoo y Rosé estaban acostadas una frente a la otra mirándose fijamente mientras se sonreían sin decir nada, simplemente se miraban en completo silencio se miraban más que enamoradas. 

– ¿En qué piensas?-pregunto la modelo a su esposa 

–Pienso-tomo aire –Estamos casadas ante la ley de Boston y ante todos los reinos de cuentos de hadas-sonrió 

–Si estamos casadas, unidad para toda la vida-sonrió 

– ¿Dudaste en algún momento antes de firmar el acta de matrimonio?-pregunto Jisoo 

–No dude ni un solo segundo-le contesto – ¿Y tú dudaste?-pregunto la rubia con temor 

–No-contesto seguro la pelinegra 

– ¿Segura?-pregunto de nuevo la modelo 

–Muy segura-le dio una sonrisa a su esposa 

– ¿Crees que nuestra vida cambie de ahora en adelante?-pregunto la rubia 

Una Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora