En el tren

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Cumpliendo su promesa, Sirius se había mantenido al lado de su hermana todo el rato, defendiéndola y cuidándola. Sirius y Phoenix no tardaron en encontrar un compartimento libre, solo había una pelirroja algo triste y un un chico delgado, con cabello negro y un aire de presumido.

- Hola - saludó cortésmente Sirius - ¿Nos podemos sentar?

- Claro - dijo el chico

- ¿Qué le ocurre? - preguntó Phoenix, refiriéndose a la pelirroja

- No lo sé - admitió el muchacho - Está así desde que la encontré. James Potter - saludó con una mano estirada

- Sirius y Phoenix Black - respondió Sirius, estrechando su mano

Los chicos parecieron congeniar a la perfección, haciendo una conexión muy fuerte a los minutos de conocerse.

- No quiero hablar contigo - dijo la que sí era pelirroja, con la voz contraída en el momento que un chico con pelo grasiento, y que ya vestía la túnica, ingresó al compartimiento.

- ¿Por qué no?

- Tuney m-me odia. Por ver la carta que Dumbledore le envió.

- ¿Y qué?

Ciertamente el pequeño trio (Los hermanos mayores de los Black y el hijo único de los Potter) no tenían interés en meterse en una discusión tan insignificante para ellos, como esa.

- ¡Que es mi hermana!

- Ella es sólo una... ¡Pero nosotros nos vamos! - dijo él, sin poder contener la emoción en su voz - ¡Este es el gran momento! ¡Nos vamos a Hogwarts!

La chica asintió, restregándose los ojos, pero muy a su pesar, sonrió ligeramente.

- Más te vale estar en Slytherin

- ¿Slytherin? ¿Quién quiere estar en Slytherin? Creo que mejor me voy ¿Vienen? - preguntó James a los chicos tendidos en los asientos de enfrente, y con un estremecimiento

Ninguno de los hermanos Black sonreía

- Toda nuestra familia ha estado en Slytherin - dijo Phoenix

- Rayos - dijo James - Y a mí que me parecían normales

Sirius sonrió.

- Tal vez rompa la tradición - su hermana lo miró, atónita, con su pelo como esa vez en su habitación, y los ojos eran totalmente grises, pero nadie se dio cuenta de ello - ¿A dónde te irías, si tuvieras que elegir?

James levantó una espada invisible.

- ¡Gryffindor, donde habitan los valientes de corazón! Igual que mi padre.

El chico de pelo grasiento hizo un ruidito de disgusto, y James se giró hacia él.

- ¿Tienes algún problema con eso?

- No - respondió el pelo engrasentado, aunque el desprecio en su voz daba a entender otra cosa - Gryffindor está bien, si prefieres músculos a cerebro...

- ¿A dónde esperas ir, viendo que no eres ninguna de las dos cosas? - interrumpió Sirius.

James se echó a reír. Phoenix no encontró ninguna gracia en el comentario, pero tampoco tenía interés en defender a alguien tan desaliñado, solo le faltaba ser pelirrojo y listo, era un pobretón Weasley. La chica se puso de pie, un tanto sonrojada, mirando al trío con desagrado, dijo:

- Vamos, Severus, busquemos otro compartimiento.

- Oohhhhh...

James y Sirius imitaron su voz arrogante. James trató de empujar a Snape mientras pasaba.

Phoenix BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora