Phoenix Black

Snivelly

Phoenix y Severus casi que rodearon el castillo en busca de privacidad

- Te pregunté mil veces si era verdad que ellos te molestaban - dice, también estaba molesta con él por mentirle, por hacerla sentir como una tonta y una mala amiga.

- Puedo solo - se limita a decir

- ¡¿Por qué no me lo dijiste?!

- ¡Son tus amigos, Phoenix! ¡Se trata de tu hermano!

- Ese canalla...

- ¿Sabes donde esta Lily?

- ¿Lily? ¿Hablas en serio, Severus? ¿Te colgaron de un árbol, y lo que dices es: Lily?

¿Qué si me molestaba que Severus solo pensara en Lily? Pues sí, y mucho. 

- Yo... le dije algo horrible.

- Sev - le dice con suavidad - Aunque duela, sabes que nuestra amistad con Lily no debe seguir, ella no es... como nosotros. Nosotros tenemos otros planes para nuestra vida. 

No sabia de donde decía esas palabras, en verdad quería a Lily, pero bien dicen: si la quieres, déjala ir.

- Debo hablar con ella, al menos pedirle perdón

- Veré que puedo hacer. 

- Gracias

- Prométeme que no me volverás a ocultar cosas, aun si se trata de mi hermano 

- Phoenix... 

- Promételo. 

Severus pudo haber dicho que no, pudo haberle mentido y decirle que sí cuando no, pero el ver (por primera vez) las lagrimas asomarse a sus ojos, supo que el silencio no solo le afectaba a él. 

- Te lo prometo 

Aun contra todo lo que Phoenix creía (no era alguien a quien le gustara el contacto físico), abrazó fuertemente a Severus. Él se vio sorprendido, sobre todo cuando comenzó a sentir algo mojado su hombro. Phoenix estaba llorando. Acarició su cabello, tratando de calmarla, aunque no sabia como.

- ¿De qué lloras?

- Sev, eres todo lo que tengo, por favor no me dejes

Severus no sabia que responder ¿Qué le pasaba a Phoenix? La alejó un poco para ver su rostro, acarició su rostro, aunque ella no lo viera a los ojos por la pena que le causaba que le vieran llorar, y le dió una medio sonrisa. 

- No me han matado, Phoenix, tú y yo vamos a estar juntos siempre. Tu hermano y San Potter van a tener que hacer algo peor para separarnos 

Ella se golpea suavemente el hombro, aunque molesta

- No digas eso, no quiero que te hagan nada.