Phoenix Black

¿Gryffindor?

Tal como Phoenix lo había planeado, estaba en Gryffindor, sus padres le habían felicitado por su actitud tan respetable, pero acotando que Sirius era un caso perdido, y esperaban que, por nada del mundo, ella le siguiera:

Querida Phoenix:

Mi pequeña, es muy honorable que quieras cuidar a tu hermano a tal grado, tus primas, miembros de slytherin, me han prometido tener en cuenta tus nobles intenciones, además de presentarte a muchos apuestos jóvenes sangre pura con los que espero formes vínculos fuertes.

Con amor, mamá y papá

El estar en Gryffindor había cambiado a Phoenix, ella solo cambiaba su color de ojos, siendo esta una forma de mantener su felicidad algo reprimida con tal de mantener una imagen tal como su madre, su ejemplo a seguir. Phoenix se había vuelto una chica con una risa contagiosa, reía todo el tiempo y casi siempre usaba un mechón rojo o puntas rojas.Si bien la relación de Phoenix con los mejores amigos de su hermano era muy buena, su mejor amigo se había vuelto Severus Snape.

- Hay que revolver la poción en sentido del reloj siete veces, luego de arriba a abajo unas cuatro veces, no tardando más de dos segundos, y finalizar con una envolvente

- ¿De verdad? - reponía este - Entonces imagínate la potente poción que tendríamos si jugamos con el fuego, solo es cuestión de encontrar el grado indicado

- A veces no todo está en los libros

Teniendo mucho temas en común, ya sea artes oscuras, pociones y demás, eran grandes amigos, siendo Phoenix quien lo defendía de las bromas y burlas de su hermano. Sirius no apoyaba para nada esta amistad, etiquetando a Severus de bicho raro y macabro, pero Phoenix no le hacia caso. Sirius, junto con James, habían decidido que ellos mismos darían fin a esa amistad, molestando a Severus a todas horas que podían, con tal que se alejara de Phoenix. Sirius insistía en unir a Phoenix a su grupo de amigos: James Potter, Remus Lupin y Peter Pettigrew. Phoenix se había encargado de que su hermano no se relacionara con sangre sucia, aunque no podía cuidarlo a todas horas, al menos sus mejores amigos eran sangre pura o mestizos. Las amigas gryffindors de Phoenix eran únicamente sangre pura, algunas sí creían en la pureza, cosa que, cuando se lo comentó a sus padres, estos se alegraron muchísimo. Phoenix no era una chica mala, o con malas intenciones, pero teniendo un control de sus emociones, se divertía mucho jugando con los sentimientos de los demás, y eso incluye a Peter, quien estaba flechado por ella.

- Hola, Peter

- Ho... Hola, Phoenix

- ¿Cómo andas, Pete? ¿Qué tal tu día?

- Muy bien

- Sí, hola, Phoenix, lindo día - interfirió Remus algo timido

- Hola, Remus - dijo Phoenix, duramente - No te había visto

- Yo no tengo nada que ver con las bromas que James y Sirius le juegan a Severus

Sirius y James se las tenían juradas a Severus, haciéndole "bromas" a diestra y siniestra, pero se habían pasado de la raya con su ultima "broma", le habían tirado la mochila y, la tinta que estada dentro de esta, habia manchado todos sus pergaminos. Phoenix y Severus habían tenido que desvelarse rehaciendo todos los apuntes y tareas perdidas

- No te creo, ustedes tres son muy malos con Severus. Dime ¿Qué les ha hecho él?

- Nada, yo no sé que pudo haberles hecho, pero yo no tengo nada que ver, Phoenix, en serio, te lo juro

- A ja... - Pero entonces Phoenix vio a su amigo caminando con muchos libros - Bueno, nos vemos luego, Peter, igualmente, Remus - dice dándole a Remus un rápido beso en la mejilla antes de agarrar su mochila - ¡Eh, Sev, espérame!

Por medio segundo Remus se quedó embobado por sentir los suaves y cálidos labios de la muchacha en su mejilla, pero luego negó con la cabeza como una maraca y volvió a su libro. Sin embargo luego levantó la vista para ver a su amigo, quien aún veía embobado a Phoenix, que estaba con Severus en un estante no tan lejano, charlando animadamente y riendo. Phoenix era una metamorfomaga, pero siempre tenía el control de sus emociones, guardando este como un secreto que solo su familia, James y Severus sabían

- Pierdes tú tiempo - dijo Remus después de ver a donde miraba su amigo - Ella solo tiene ojos para Quejicus

- Tú crees que él...

- No lo sé, lo ignoro

- ¿Qué le vio? - dijo pesadamente Peter, apachurrando su rostro contra su mano

- Yo qué voy a saber, Peter - dijo Remus sin prestar mucha atención