♥ Lo Correcto ♥

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Dedicado a: arianamercedes73


"Al final, siempre debes de hacer lo correcto, incluso si es difícil"

~Nicholas Sparks~

Con el beso de despedida dieron por terminada su relación Neyra y Edward. Él se sentía satisfecho porque dio lo mejor de sí y que mejor manera de demostrarle cuanto la amaba, que dejándola libre. Ante todo, era un caballero y sin importa cómo se sintiera en ese momento, no la iba a obligar a estar en una relación en la cual ella ya no quería estar.

Edward se dio cuenta del desinterés de ella por él; al principio prefirió pensar que era por el dolor de haber perdido a su padre. En el fondo, lo supo desde el momento en que conoció a Alexander, todo en él gritaba que Neyra era su mujer. Cuando Neyra se desmayó en el funeral, vio en los ojos de Alexander la angustia y el temor de perder a la mujer que amaba. Podía ver lo arrepentido que estaba por haberla hecho sufrir, así como también tenía la certeza que iba a luchar por ella. No lo justificaba, pero muy a su pesar, como hombre lo comprendía; después de todo él haría lo mismo si estuviera en su lugar.

Neyra sabía que había hecho lo correcto; sin embargo, no podía dejar de llorar. Edward estaba consciente que las lágrimas de ella eran provocadas por el embarazo y no porque le doliera terminar su relación. Comprendía que le dolía perderlo como amigo, pero lo más sano en ese momento era poner distancia. Después de ver a Edward alejarse, Neyra entro a unos de los baños y permaneció ahí mientras trataba de librarse de la opresión que sentía en su pecho. Le llevo un par de minutos controlar sus lágrimas mientras hacía respiraciones profundas para tranquilizarse. Mas tranquila y después de haber retocado un poco su maquillaje, regreso a la habitación de Alexander.

Mientras Edward abandonaba el hospital, en ese momento se preguntó si lo que sentía por Neyra era más capricho que amor. De la misma manera en la que cruzo por su mente la idea de que quizás si ella no hubiera regresado, tal vez su historia hubiera tenido el final feliz que él deseaba tener. Eso nunca lo sabría, tendría que esperar a ver si Neyra tenía razón y él terminaría encontrando a la mujer ideal para él. Si la encontraba, eso significara que en realidad Neyra solo fue un capricho; un ensayo, para el verdadero amor. Sabía que sonaba absurdo y cursi, pero era mejor tener esa ilusión; a sentirse derrotado.

Cuando Neyra regreso a la habitación, y durante el tiempo que estuvo ahí, evito verlo a los ojos a Alexander. En la primera oportunidad que tuvo se despidió de él con la excusa de dejar entrar a otros.

–Neyra, espera por favor. –le pidió él, forzándola a detenerse cuando estaba a punto de salir.

–Dime. –dijo negándose a voltear a verlo. Podía sentir su mirada sobre ella, tal como lo había hecho todo el tiempo desde que regreso después de haber terminado con Edward.

–¿Puedes acercarte un momento por favor?

–Preferiría no hacerlo. –aseguro con la cabeza agachada.

–Ni, aunque te lo pida de favor.

–¿Necesitas algo Alex? Tus papas están esperando para entrar a verte.

Alexander al ver que estaba evitándolo, hizo el intento de levantarse para acercarse hacia ella. Neyra al escuchar el quejido de él, volteo de inmediato para auxiliarlo.

–Alex no seas tonto, te vas a lastimar. –dijo mirándolo.

–Ven. –le dijo mientras le extendió los brazos.

Neyra estaba renuente hacerlo por temor a que le fuera hacer preguntas que no deseaba contestar en ese momento. Sin embargo, él solo la abrazo y le dio un beso en la cabeza.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora