Naruto of the Saiyans

Capítulo 5: La Batalla con la Babosa

Capítulo Cinco

La Batalla con la Babosa

Naruto aterrizó con gracia en el suelo fuera de la última ciudad conocida por la red de espías de Jiraiya; le había dicho al Maestro de Espías dónde se encontraban. El Sapo Sannin y el Saiyajin miraron alrededor de la ciudad mientras trataba de sentir a la mujer escondida en algún lugar. Soltando el cabello de Jiraiya, que a su vez liberó de su agarre; Naruto soltó a Hinata y vio a la tímida chica todavía sonrojada por tan estrecho contacto con él. Aún así, ella no se sentía bien debido a sus heridas, y Naruto tenía su cola envuelta alrededor de la cintura de Hinata para asegurarse de que la Hyūga no tropezará.

¿En cuanto a Jiraiya...? Bueno, actualmente se estaba asegurando de que todo su cabello todavía estuviera allí y sin puntos calvos aparentes. ¡Las mujeres ven calvas en el cabello y eso las asusta! Jiraiya no conocía ningún jutsu de crecimiento de cabello que pudiera usar y dudaba que existiera tal jutsu ya que el Sandaime Hokage nunca lo usó en su propio cuero cabelludo.

“¡No hagas eso!”, —dijo Jiraiya mientras señalaba con el dedo a Naruto.

“¿Qué? Querías encontrar a Tsunade para que se convirtiera en la próxima Hokage y te estoy ayudando. Entonces, ¿qué pasa si te cuesta unas pocas... docenas si no cientos de mechones de cabello?”, —dijo Naruto con una sonrisa y Hinata se rió de la cara furiosa de Jiraiya.

“Me vengaré por eso”, —dijo Jiraiya mientras Naruto solo sonreía.

“Puedes intentarlo”, —dijo Naruto mientras caminaba hacia la ciudad con Hinata a su lado con su cola sosteniéndola como un salvavidas en caso de que se cayera.

“Maldito Saiyajin”, —dijo Jiraiya en voz baja antes de seguir a los dos.

“No puedo usar mi Byakugan debido a nuestra proximidad, Naruto-kun; tu poder es muy... fuerte”, —dijo Hinata mientras esperaba que él no la odiara por no ser útil.

“Está bien Hinata-chan; no estás aquí para ayudar a encontrar a Tsunade. Estás aquí para ser tratada por ella”, —dijo Naruto mientras la veía sonrojarse simplemente en el rostro de la chica.

“Todavía quiero ayudar y ser útil”, —dijo Hinata mientras se encontraba sin tartamudear en su presencia en este momento.

“Lo sé, pero para esta misión, eres simplemente el paciente, y no debes esforzarte a menos que sea necesario”, —dijo Naruto mientras sentía que las manos de la chica jugaban ligeramente con su cola y tuvo que luchar contra el escalofrío de placer que estaba generando.

“Aparte de mi condición, Naruto-kun, ¿de verdad crees que Tsunade-sama se convertirá en la nueva Hokage y liderará la Aldea?”, —dijo Hinata mientras Naruto solo fruncía el ceño pensativo.

“Honestamente, no lo sé. No lo averiguaremos hasta que nos encontremos y le pidamos que tome el puesto”, —dijo Naruto con Hinata asintiendo con la cabeza.

“No será fácil para ustedes dos. Tsunade ha perdido mucho amor por la Aldea después de que todos sus seres queridos murieron. Se habría quedado si Sarutobi-sensei no le hubiera mentido acerca de que estabas muerto, Naruto. Sospecho que el viejo mono lo hizo para asegurarse de que uno de nosotros no te criará adecuadamente, ya que Minato y Kushina nos designaron como padrinos en el intento de sus muertes”, —dijo Jiraiya con Naruto gruñendo enojado mientras sentía que le había dado al viejo Kage una muerte misericordiosa comparada con lo que se merecía.

Encaramado en un techo, dos figuras los miraban con interés, y el más alto sonreía como un tiburón a su objetivo. El hombre más bajo tenía un rostro ilegible, sus ojos oscuros veían todo a su alrededor y actualmente estaban enfocados en el objetivo con la cola. Ninguno de los dos entendía cómo su objetivo tenía una cola, ni les importaba realmente, ya que ambos creían que era un efecto secundario de tener al Kyūbi, y simplemente archivaron esa información para su líder cuando regresen.