Había ya pasado una semana désde que Mat Edwards ingresó a la universidad. No podía dejar de pensar en él, era tan cautivador, su mirada era simplemente hermosa, pestañas largas y una sonrisa que me ponía muy nerviosa, y no se si estoy loca o que, pero tengo el presentimiento de que ya había visto a Mat.
Era lunes y gracias a la luz del sol me desperté.
Me lenvanté y entré al baño, me miré al espejo, después de unos cuantos minutos descubri que mi aspecto no era el mejor y decidí tomar una ducha.
Ya arreglada me dije a mi misma ya es hora de irse a clase, antes de ir directo a la facultad quíse comprar un té Arizona el cual me encanta.
Llegando a mi primera clase lo primero que ví fueron unos hermosos ojos y claro eran los de Mat, el me resivió con su hermosa sonrisa, en ese momento sentí como miles de sentimientos pasaban por todo mi cuerpo. Lo único que hice fue desviar mi mirada.
Entre al aula y me senté en mi puesto habitual, al lado había un puesto vacío, ahí era mi compañera de clase, seguro se enfermó y no pudo venír, ja! Da igual. Cuando me dí cuenta alguien estaba al lado mio. Cuando me incoporé, ahí estaba él, porque tiene que ser tan jodidamente lindo, Dios mío.
No me miraba, estaba concentrado en la clase; yo por mi parte creo que me pase la mayor parte de la clase mirandolo.
- Señorita Bennet, estoy esperando una respuesta- ¿respuesta? Creo que me distraje demasiado. Jodido Mat.
- Emmm... yo... me podría repe...- no pude acabar mi super frase por que alguien a mi lado me interrumpio.
- Señor Smith, La novela Orgullo y Prejuicio, fué escrita por Jane Austin, ella nació en 1775, y esta novela fué publicada en 1813 - Creo que mi mandibula llego al piso, Mat Edwards me acaba de salvar de pasar un dia en detención. Volvió su rostro hacia mi y me guiño un ojo.
- Salvada por hoy Señorita Bennet, pero ponga mas cuidado a la clase, no siempre el Señor Edwards estará para rescatarla - Era oficiál, no podía respirar.
Cuando sonó la campana de cambio de clase, fuí la primera que salió del aula. Mis otras clases fueron normales, nada diferénte.
El almuerzo llegó y no había rastro alguno de Mat, lo buscaba con la mirada y era raro, tanto que Lauren y Dany me miraban extraño.
-¿a quién buscas Bennet?- Lauren dijo mirándome con los ojos entrecerrados.
-A nadie, ¿han visto a Carlos?- intente cambiar de tema, pero creo que mi intento falló.
-En serio Bennet ¿a quién buscas?- Ahora Dany fué la que habló.
-¡A NA-DIE!- enfaticé muy bien ese "nadie".
Ví entrar a alguien, era mi mejor amigo Carlos, él era por decirlo así un mujeriego empedernido y muy guapo para ser sincera, cuando llegué a esta escuela el me gustó...
*FLASHBACK*
-Hola nena- Alguien habló a mi oído y sentí que mis mejillas se convertian en dos lindos tomates. Me incorporé y me encontré con unos lindos ojos marrones, Carlos.
-Ho... hola- no sabía como hablar, él me cogió de la cintura, a pesar de que estabamos en una fiesta y todo el mundo estaba borracho, muchas personas nos miraban, levantó mi mandíbula y lo único que supe después fué que sus labios y los míos encajaban a la perfección, pero.había algo que no encajaba, él nunca me habló, nisiquiera me miraba, así que corte el beso.
-¿Que te pasa Bennet? ¿no me deseas?, todas lo hacen.- dijo él con un tono muy egocéntrico.
-No soy como todas Carlos, ¿me puedes dejar pasar?- dije al ver que no me dejaba irme.
-Claro- por fín se apartó y pude en su cara un aire se desilusión.
*FIN DEL FLASHBACK*
-Hola Bennet. ¿Que cuentas nena?.- se sentó a mi lado y paso su brazo derecho por encima de mis hombros.
-Hola Bae.- le di un sonoro beso en su mejilla derecha.
-Carlos no la distraigas, ella estaba a punto de decirnos a quien buscaba, ¿cierto Eli?- a veces la mirada inquisitiva de Lauren me daba miedo, pero no iba a ceder, ni siquiera yo sabía a quién estaba buscando, o ¿si?.
-¿Como así que estabas buscando a alguien?- Ahora se unió Carlos a este momento incómodo para mí.
-No estoy buscando nadie, dejen de insistir.- hice una mueca de desesperación.
Pero cuando menos lo espere vi entrar a Mat, el corazón casi se detiene, pero me recuperé rápidamente. Note que se sentó en una mesa al frente mío. No dejaba de mirarme y eso me hizo sentir bastante incómoda.
ESTÁS LEYENDO
Amnesia (Editando)
RomanceNo sabía que hacer, ya mi vida dependía de él, de su mirada, de su sonrisa, de su voz, me estaba volviendo loca o tal vez obstinada con ese chico que un día llegó y lo que hizo fue robarse mi corazón y no soltarlo. Lo que tengo que hacer es muy sim...