LUNA LLENA

Fase 1. Cambios

— ¿Crees que podamos terminar las reparaciones antes del fin de semana? O por lo menos antes de la carrera de primavera ¿no?

—Lo siento cariño, no puse atención en las clases de carpintería durante mi formación como médico veterinario ni en el doctorado de genética.

—Lo siento, es que quiero empezar ya con el entrenamiento para la carrera —hemos estado trabajando más de una semana en las reparaciones del trineo, mis lesiones han sanado por completo, ahora no me duele nada y para mi sorpresa Jon no me ha dejado regresar al trabajo.

—Los daños son realmente asombrosos Abby ¿Cómo puede ser posible que hayas salido tan bien parada?

—Recuerda que no me quede sobre él, además con casi dos semanas en cama yo no diría que salí tan bien parada —Leo me ha estado ayudando en las reparaciones pero empiezo a creer que es mejor la opción de comprar uno nuevo... pero este es el trineo de papá.

—Abby, amor mío ¿por qué no tomamos un descanso? Vayamos a dar la vuelta, además aun con el trineo en buen estado, tienes a Kisha fuera de servicio, aún sigue muy grave y no puedes ponerla a entrenar.

— ¿Crees que se recupere por completo? —Le pregunto mientras me levanto del suelo y volteo a ver el corral de mis chicos, aun sin decirle que me refiero a Kisha sé que él lo sabe.

—Aún es muy pronto para decir algo así cariño —Leo se coloca detrás de mí me abraza por la cintura colocando su cabeza en mi hombro— por el momento está fuera de peligro y es un gran avance para todos los problemas que tenía, te prometo que haré todo lo que pueda para que se recupere —me besa la mejilla y yo pongo mi mano izquierda en sus manos y la derecha en su mejilla rasposa a causa de la pequeña barba que tiene.

—Estaría perdida si no estuvieras aquí conmigo —cierro los ojos y disfruto su aroma, amo a este hombre y sé que jamás podré amar a alguien igual.

—Vamos al parque, necesitas distraerte y podremos pasar a comprar algunas cosas para el trineo —me suelta y se dirige a la puerta —por favor, vamos.

—Está bien —le contesto sin voltearme siquiera, sigo observando el corral unos segundos en silencio — ¿Crees que será necesario buscar un remplazo para ella? —le digo al fin y me volteo para dirigirme a él.

—Creo que será lo mejor cariño, no quisiera que concursaras con un equipo incompleto y tampoco creo que Kisha pueda participar —estira su mano para tomar la mía y salimos del granero.

Nos dirigimos a la casa para tomar las llaves de la moto, Haz llegó hace unos días y le molestó un poco que nadie le avisara sobre mi incidente pero lo hicimos para que no se preocupara y se concentrara en sus estudios.

— ¡En un rato regresamos! —Grito al entrar a la casa para que alguien me escuche y tomo las llaves del llavero que cuelga a un lado de la puerta— ¡Nos llevamos la moto!

Salgo de la casa y me dirijo a la cochera donde está Leo con la puerta abierta revisando el motor de la moto.

— ¡Abby! ¡Espera! —La voz de Haz me detiene y me giro para verlo trotar los pocos metros que nos separan— No puedes salir en la moto en tu estado —se para junto a mí cruzado de brazos.

—Vamos Haz, estoy bien, observa —doy un salto con ambos pies y luego sobre cada uno por individual— ¿lo ves? Estoy perfectamente bien, ya no me duele absolutamente nada, además va a manejar Leo.

—No estoy seguro que deberían, puedes tener algún daño interno y empeorarlo con tus saltos y el aire frío —dirige la mirada a Leo y baja la voz— A parte de que Leo no es un gran conductor que digamos ¿recuerdas como era de joven?