VELKAN

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— ¡Eres un idiota Velkan! —Me dice Mihail a carcajadas mientras nos adentramos al bosque—. No puedo creer lo que has hecho ¡Gabriel te va a matar!

— ¡Lo sé! No tienes por qué repetirlo —me molesta que me esté repitiendo mi error cada minuto, me doy cuenta que se ha detenido y me doy la vuelta— ¿Qué ocurre?

—De verdad, si el don se ha transmitido estamos muertos —baja la mirada y aprieta los puños.

—Tranquilo Mihail, el que ha cometido un error soy yo y quien tiene que responder sigo siendo yo, tu no tie...

— ¡Vaya que si eres un IDIOTA! —Y regresan los insultos— ¿Esperas que me quede de brazos cruzados mientras tu hermano te destierra o te destroza, Velkan?

—Mihail tu no tuviste nada que ver con esto...

—Y tú tampoco tuviste nada que ver cuando solté el ganado en el bosque para darle caza porque estaba aburrido y aun así recibiste el castigo junto conmigo, siempre juntos en las buenas y en las malas ¿Recuerdas?

—Sí pero esto es más serio —Mihail siempre ha estado conmigo en todo y en esta ocasión parece que tampoco dará marcha atrás— de acuerdo, sólo recuerda que si nos destrozan yo voy primero.

—Claro, después de eso te patearé el trasero en el más allá por hacer que nos maten —como siempre esta gran bestia con un buen sentido del humor.

—Vamos antes de que alguien sospeche por nuestra desaparición de cada noche —cuando veo que Mihail comienza a correr para su lujosa transformación yo inicio la mía.

Siempre ha sido cómodo correr por el bosque en nuestra forma lupina con Mihail, hemos estado juntos casi toda nuestra vida, es mayor que yo por una semana y nos criaron como hermanos, nuestras madres fueron grandes amigas, mi mamá murió hace 10 años, Vrijheid tenía solo 8 años y papá solo estaba con Gabriel, así que Elena, la madre de Mihail, cuidó de mi hermana y de mí.

Mihail cruza sin problemas el río mientras que a mí me cuesta trabajo luchar contra la corriente así que nado en vertical para ir con ella en lugar de en contra. Cuando termino de cruzar, Mihail está a una gran distancia sin embargo me sacudo el agua y pongo toda mi velocidad para alcanzarlo, a pesar de que somos de la misma edad él es más alto y con mucho más masa corporal que yo, pero yo soy más veloz que él. Lo alcanzo y lo adelanto enviándole un gruñido de burla.

Mientras me acerco a la aldea disminuyo la velocidad, no quiero entrar corriendo y volcarme contra alguien, entro a la aldea trotando y me dirijo directo a casa de Elena donde ahora vivimos, cuando cruzo la plaza varios amigos y conocidos me saludan aun cuando me encuentro en estado lobuno, a la mitad de las personas le agrado, la otra mitad veneran a Gabriel.

Entro a casa y percibo un delicioso aroma proveniente de la cocina, mi estómago me dice que entre pero mi sentido común me indica que si Elena me encuentra arrastrando mis cuatro patas dentro de su cocina me pateará el trasero así que mejor me dirijo a mi habitación.

En cuanto entro a la habitación revierto la transformación y busco un poco de ropa que ponerme. Me meto en un pantalón, camiseta y dejo la sudadera sobre la cama. La transformación sube nuestra temperatura corporal y se mantiene así durante unos minutos así que por el momento no la necesitaré.

Me tiro en la cama esperando a que llegue Mihail. Mientras tanto no puedo dejar de pensar en que ocurrirá con la chica.

—Y ahora ¿Qué estás tramando Velkan? —escucho la voz de Vrijheid que entra en mi habitación.

—Eso no es de tu incumbencia Vrijheid.

—Hieres mis sentimientos hermano, solo me preocupo por ti —me dice mientras se sienta a mi lado.

LUNA LLENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora