Amoung Us [Miraculos Ladybug]

Capítulo 3: Primera víctima.

Marinette se quitó su casco con rapidez alejándose del grupo para vomitar en una esquina. Esa escena la había afectado, algunos apartaron la mirada con asco mientras que Alia iba con ella, evitando mirar en vómito mientras le daba palmaditas inútiles en la espalda ya que por el traje no surtía efecto sus nobles intenciones.

-Estr lugar me da asco... -expreso Cloe refiriéndose a los pasillos.

-¿Estas mejor...? -pregunto la pelicastaña dándole palmaditas en la espalda a Marinette mientras esta tenía arcadas.

Esta se agarró el pecho.

—Esto no puede ir peor... —sollozo la azabache tapándose la boca con sus manos para detener sus sollozos.

A todos les daba miedo dirigir sus miradas al pasillo y encontrarse algo.

—Espera... esto...es Amoung Us —algo se le iluminó en la mente de Alia.

—Al menos en el juego los pasillos estaban limpios... —murmuro Marinette

—Si los pasillos están así significa que no somos los primeros que cayeron en esto —dijo Max.

—Si aquí hubo más gente significa que podremos salir de aquí —dijo Marinette con positivismo.

—Hay un 50% de que la gente que fue aquí atrapada hayan logrado salir —dijo Max

—Y también hay otro 50% de que la sangre de los pasillos sea de esas personas porque nunca lograron salir —dijo Juleka.

—Tu siempre tan positiva —hablo Alix con sarcasmo mortal.

—¿Me estáis escuchando? Esto es Amoung Us —espero a que alguien de le ocurriera lo mismo que a ella.

Marinette se sorprendió.

—¡Podemos usar los scaners y saber quién es el impostor! —exclamó Marinette con emoción.

Lila frunce el ceño.

—¡Y así podremos salir de aquí! —completo Alia. Ambas gritaron de la emoción.

Derrepente todas las luces del lugar se tornaron rojas mientras mientras que un molesto ruido sonaba en toda la nave. Los jóvenes se taparon los oídos.

—¿¡Que está pasando!? —grito Nino tapándose los oídos.

—¡El oxígeno! —exclamó Adrián haciendo que todos entrarán en pánico.

La primera en empezar a correr fue Marinette y seguidamente todos empezaron a buscar dónde estaba el reactor. Sus pasos metálicos se escuchaban bastante fuerte, Marinette entró a una sala.

—¡El reactor está aquí! —y antes de que Marinette pusiera su mano, Lila puso la suya, en poco tiempo las luces volvieron a la normalidad al igual que el oxígeno.

Marinette miró a la pelicastaña con odio mientras que esta le sonrió con malicia.

—¡Bien echo Lila! —elojió Adrián —un poco más y seguro no la contábamos.

—Todo sea por ayudar a mis queridos amigos —dijo Lila con una voz dulce, abrazando a Adrián de forma melosa (Adrián se sentía incómodo) mientras que Marinette se moría de celos.

Fue ella quién encontró el reactor ¡No fue Lila, sino ella! ¡Merecía su reconocimiento!

Marinette sintió la mano de Alia sobre su hombre.

—Relajate ¿Si? —Marinette suspiro.

—De acuerdo... —Marinette requerimio hacer un puchero.