Si dos tontos se enamoran - TanjiKana

Si dos tontos se enamoran

El color del cielo se transforma en un bonito naranja, el viento sopla haciéndolo cerrar levemente los ojos.

El frío del invierno causa que suspire y friccione sus manos para intentar agarrar algo de calor por medio de eso.

— Será que sí viene... —

Algo preocupado piensa, sus cabellos rojos se balancean en aire al mismo tiempo que la capucha de su abrigo se cae, rápidamente lo devuelve a su lugar.

— Tanjiro —

Detrás de él alguien habla.

Al voltearse se encuentra con ella, su mirada violeta hace que una sonrisa sirva en sus labios.

— Kanao —

No sabe qué hacer, esa chica lo volvió loco, siempre que le hablaba se olvidaba de todo y su atención se ponía única y exclusivamente en ella.

Y ese momento no era la excepción.

La nieve empieza a caer, el cielo naranja cubierto por blancas nubes, el sol ya ocultado en el horizonte y los árboles del pequeño parque hacían que ella se viese aún más hermosa que de costumbre.

— ¿Esperaste mucho? —

Ella pregunta a la vez que se acerca un poco más a él.

— Sí —

Responde de inmediato sin querer, Kanao agacha su mirada.

— Quiero decir, no —

Kanao ríe y lo mira, los ojos del chico están mirando el atardecer.

Sus ojos rojos reflejando los vivos colores del cielo, su cabello en su frente algo desordenado y sus labios curvos en una sonrisa, sí, ese era el chico que amaba.

— ¿Vamos a una cafetería? —

Los ojos rojos del chico se posan en los ojos morados que lo miraban, ella asiente.

— Hace bastante frío —

Una pequeña risita se escapa de ella, cautivando sin que la dueña lo sepa, al corazón de la persona a su lado.

— Quizás nieve, deberíamos encontrar algún lugar rápido —

El chico puede ver a los pies de la chica tropezar con la nieve, le era algo complicado caminar.

— ¿Te ayudó? —

Alargando su mano mira preocupado a Kanao.

— Gra-Gracias —

Ella recibe algo nerviosa su mano, pero por dentro estaba que gritaba de la felicidad.

Tanjiro la toma de la mano, da un paso y...

Ambos caen a la nieve.

El primero en levantarse es él, se acerca a ella y la levanta.

— ¿P-Por qué no caminaste? —

Kanao agacha su mirada.

Estaba tan contenta de poder ir de la mano con él que dejó de pensar en caminar.

— N-No es... —

Es silenciada al sentir las manos algo tibias del chico en su cara.

— Espera —

Él empieza a buscar en sus bolsillos hasta que saca un pañuelo de color verde con cuadros negros ¿O era negro con cuadros verdes?

Esa pregunta tonta causa que ella ría.