Dichoso aquel, que tiene la fortuna de despertar con la persona que ama a su lado, porque efímero el tiempo es y el ayer nunca volverá.
"Horas en las que admiraba vuestro rostro plasmado en aquel recuadro, se hacían eternas.
Mis latidos, que alguna vez estuvieron colmados de vigorosidad y se aceleraban con solo una mirada de esos fogosos ojos color miel, ya no quieren seguir con la monotonía de esta soledad.
El recordar cómo vuestras caricias erizaban mi piel, deja un amargo vacío en mi, que ni en un millón de años podría llenar.
Saber que ya no podré mantenerte con firmeza entre mis brazos, me hace añorar los días en los que podía decir con certeza que eras mía.
El perfume de vuestra piel, solo será un recuerdo que extrañará este melancólico ser.
Suspiros vacíos y sin determinación ahora acompañan mis penurias, triste mi alma se encuentra, desde que vuestra voz no me llama.
Triste los segundos en los que no soy tu amor.
Triste saber que nunca más veré vuestra sonrisa.
Triste la hora en la que decidiste escoger un camino distinto al de los vivos."
Siendo éstas las palabras de un pobre hombre enamorado y con el corazón hecho pedazos, perdido en un mundo del cual no quiere ser participe, pensando en que será de lo que le queda de vida, si el motivo de sus sonrisas se desvaneció en el tiempo, dejando detrás un gran mar de lágrimas que lo acompañarán, hasta que su último suspiro musite su nombre, terminando con el ciclo de un amor, que acabó sin siquiera empezar a dar frutos.
~M.
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Lo que se debió llevar el viento
PoetryEscritos cortos, que plasman una pequeña parte de lo que muchos alguna vez sentimos. Que el reflejo de nuestra alma nunca nos consuma.