La nada, sin poder ver qué hay derredor y con los sentidos nublados, encontrando me en un lugar el cual no puedo distinguir, sin poder escuchar mis gritos, sin saber que sucede, sin poder sentir mi propia piel.
Pánico es lo único que por mi mente pasa, sin nación del tiempo, sin noción del donde me encuentro, lo único que puedo pensar es que mi alma se a extraviado y a dejado mi cuerpo.
Tendido en el vacío sin saber cuánto tiempo llevo en este estado mi mente se rinde y resigna a no poder hacer más que pensar en el que pasó.
Al paso del tiempo siento como por mi ser recorre un intenso frío el cual me da esperanzas y me da a entender que aún tengo posibilidades de no estar muerto.
Mi olfato gradualmente es recobrado a medida que transcurre el tiempo y el olor que percibo es uno similar al azufre, un hedor muy fuerte que hace que involuntariamente intenté mover mi cuerpo, el cual da resultados, pero, con movimiento muy torpes.
Sintiendo cómo poco a poco puedo recobrar el control de mi cuerpo, logro poder ponerme de rodillas y poder distinguir sombras en un desolado terreno el cual luce áspero, haciendo que por mi cuerpo recorra un terrible escalofrío capaz de inquietar y desalentar a cualquiera.
Teniendo mis sentidos casi recobrados he de mirar a lo lejos un ser sombrío y distorsionado a mi vista, llevado por torpes pasos, el cual a medida que se aproxima, logra expresar en voz baja palabras que ante mis debilitados oídos se hacen indescifrables.
Estando frente a mi logro divisar en aquel ser unos pronunciados cuernos sobre su cabeza, teniendo una piel pálida, con un bello rostro y llevando unos ojos terriblemente profundos y totalmente neutros, los cuales se clavaron en mí y desconcertaron todo mi cuerpo, entre mis pensamientos sobre el qué sucede y quién es este individuo, logra repetir esas mismas palabras que no lograba distinguir a lo lejos, las cuales aún no puedo escuchar.
Se arrodilla y poco a poco se acerca a mi oído repitiendo en voz baja esas mismas palabras que cada vez se hacen más claras.
Estando muy cerca de mi me toma por la barbilla y acerca sus labios a mi oído para susurrarme con una voz profunda y desgarradora " de donde vengo y a donde irás no existe el descanso eterno, has de pagar tus pecados con tu vida y la deidad que en algún momento llamaste Dios no te salvará ". Seguido de esto se aleja para poner su rostro frente al mío donde puedo observar a una figura completamente diferente, la cual luce deteriorada, sin piel y completamente vacía. Puedo ver como lágrimas rojas que caen desde esos ojos que me miran fija mente y con una tétrica sonrisa me dice " este es el inicio de tu final ".
~M.
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Lo que se debió llevar el viento
PoesíaEscritos cortos, que plasman una pequeña parte de lo que muchos alguna vez sentimos. Que el reflejo de nuestra alma nunca nos consuma.