Gordo (Merlín)

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Era una gran mañana en el Reino de Camelot, Merlín se había ido a llevarle el desayuno a la habitación del Rey Arturo . En cuanto el joven hechicero había llegado a la habitación de Arturo con una mano abrió la puerta y dejar el plato sobre la mesa. Cuando lo hizo el cerró la puerta y abrió las cortinas lo cual al príncipe le molestó.

– Cierra las cortinas – se quejó Arturo y se tapó la cara con la almohada. 

– No haré eso y lo sabes Arturo – negó la cabeza Merlín y se acercó a él para tratar de levantarlo.

– Está bien, me levantaré - Arturo dijo resignado y se levantó de la cama. En eso se va Merlín a buscar su ropa. En cuanto tomó la ropa se puso a cambiar al Rey.

– Como me gustaría dormir más  –se quejó Arturo.

– Sí pero si eso pasará estarías gordo –dijo divertido el joven hechicero.

– Eso no es cierto, no estoy gordo  –exclamó y se miró el estómago un segundo para luego ver a Merlín.

 –Si yo no te dije que estabas gordo, yo dije que lo estarías pero ahora que lo pienso puede ser que sí lo estés - dijo divertido viendo a Arturo después de haber terminado de cambiarlo.

–Muy gracioso Merlín –dijo el Rey sarcástico y se sentó para luego empezar a comer.

El joven hechicero no pudo evitar una sonrisa divertida haciendo que Arturo lo fulminara con la mirada –basta Merlín, ya te dije que no estoy gordo –lo miró con molestia.

–Yo no dije nada - Merlín lo miró de forma divertida.

–¿Sabes qué? mejor me voy al entrenamiento, quiero que te apures en traer mi armadura - dijo Arturo con molestia y se levantó.

–Está bien, enseguida traigo tu armadura - el joven hechicero fue sacando las cosas para bajar a la cocina y se fue alcanzando a Arturo quien estaba en el campo esperando a Merlín impacientemente –¡por fin llegas! –dijo con impaciencia.

–Perdón por la demora -Merlín se disculpó por llegar llegar tarde y empezó a poner su armadura pero en lo que estaba por ponérselo llegan los demás caballeros.

–Es mi imaginación o te veo más gordo Arturo - dijo Gwen con diversión viendo al Rey.

-Que no estoy gordo –dijo con molestia viendo a Gwaine.

–Es lo mismo que le dije en la mañana que estaba algo gordo - Merlín le siguió la broma a Gwaine.

-Ya les dije que no estoy gordo -exclamó Arturo.

–Es mejor que te pongas en hacer ejercicio Arturo, por si acaso -Percival en cuanto lo comentó se rió un poco.

–Bueno, creo que ya han bromeado bastante con mi peso así que les ordenaré que no digan nada más –les advirtió viendo a los demás en cuanto Merlín le había terminado de poner la armadura.

–Está bien princesa, no diré nada - Gwaine lo miró de forma divertida para luego alejarse junto con los demás caballeros.

En cuanto empezó el entrenamiento Arturo estuvo golpeando el muñeco de paja, se estaba desquitando por las bromas que había recibido y ya estaba creyendo que si lo estaba haciendo que los demás lo mirarán de forma divertida.

-Veo que se lo tomó muy a pecho el comentario -dijo sir León mientras veía de forma divertida a Arturo que se estaba desquitando con el muñeco de paja.

–Al parecer si se lo está tomando muy a pecho la broma, sólo fue un comentario que dije en la mañana dijo Merlín mientras veía a Arturo.

-Yo sólo dije que estaba gordo por diversión pero no pensé que la princesa se lo tomaría a pecho –Gwaine cruzó los brazos.

–Bueno, alguien tiene que decirle que sólo fue una broma nada más –dijo Percival viendo a Arturo que se estaba viendo el estómago un segundo y desquitarse con el muñeco de paja.

–Y bien ¿quién le dirá que fue sólo una broma? - preguntó Merlín viendo a los caballeros con los brazos cruzados.

–Yo creo que, el que tiene que decírselo eres tu Merlín –dijo Percival viendo al muchacho.

– ¿Yo por qué? - miró extrañado a Percival.

–Porque tu eres el que inició a decirle que era gordo además no creo que Gwaine quiera hacerlo –insistió Percival que Merlín fuera quien le dijera a Arturo que sólo era una broma.

–Si, es mejor que lo hagas tu Merlín, yo no me animo para decirle que sólo era una broma – insistió Gwaine.

–Está bien, yo le diré - dijo resignado y se fue caminando lentamente hasta al Rey.

– Ya no me digas nada Merlín, ya sé que estoy gordo - dijo Arturo con molestia mientras golpeaba al muñeco de paja.

–No digas eso Arturo, lo que te dije en la mañana sólo fue una broma -dijo Merlín.

–¿Me lo estás diciendo enserio? porque Gwaine fue el que me dijo que también estaba gordo - dijo dramático.

– Lo digo enserio, fue una broma y lo de Gwaine también lo fue –dijo con una pequeña sonrisa.

–Y ¿por qué no me lo dijiste antes? -exclamó.

– Porque pensé que no te lo tomarías a pecho si sabes como somos y más Gwaine - Merlín de forma divertida a Arturo.

–Bueno, que esto no salga de tu boca porque no quiero que nadie sepa el oso que hice ¿está claro? –le advirtió a Merlín que no dijera nada a nadie.

–Está bien, no diré nada  –dijo alzando las manos.

Más tarde en cuanto habían terminado con el entrenamiento Merlín le quitó la armadura y se fue a pulirla. Después la dejo donde siempre la ponía para después alistar a Arturo para que se fuera a dormir.

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Hasta aquí dejo la historia de hoy, si les gusto voten y comenten por su parte favorita de la historia :3

Sinceramente me e divertido mucho con esta historia y lamento por haberme tardado la verdad es que me ha costado porque las historias que e subido anteriormente están algo largas pero la espera valió la vena así que espero que se diviertan conmigo con esta cómica historia jeje

Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora