Carta (Merlín)

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Desde que su padre murió su padre murió su mundo se fue abajo porque ha perdido a alguien más que es tan importante para él ¿cuánto se acabará esta tortura para que perdiera tantas personas que ni si quiera a querido comer Gaius lo había notado algo raro así que antes de que Merlín se fuera atender sus deberes como sirviente el anciano lo detiene.

Gaius: ¿Qué tienes Merlín? – preguntó preocupado.

Merlín: No es nada Gaius – dijo con una débil sonrisa – no se preocupe estaré bien – dijo con la mirada hacia abajo.

Gaius: Te conozco bien Merlín y se que te pasa algo – lo miró - ¿estás así por lo de tu padre? – se acercó a él para tomar su brazo haciendo que el muchacho lo mirará.

Merlín: No sólo es mi padre sino que me e puesto a pensar que e perdido a personas que han sido importantes y lo de mi padre es la gota que derramó el vaso – suspiró y desvió la mirada.

Gaius: Entiendo como se sientes haz pasado por muchas cosas – lo miró para luego ver unas cartas que estaban sobre la mesa lo cual se le hizo extraño y miró a Merlín - ¿tu tejaste unas cartas en la mesa? – preguntó.

Merlín iba a hablar hasta que Gaius mencionó algo de unas carta lo cual hizo que volteará y al verlas ahí se le hizo extraño – no Gaius, yo no puse esas cartas ahí – dijo y se acercó para tomar las cartas pero al tomarlas decían su nombre. En una carta decía Freya y en el otro Balinor lo cual hizo que quedará desconcertado.

Gaius: ¿Qué tienes Merlín? – lo miró extrañado – si no fuiste tu quien puso las cartas entonces ¿quién fue? – preguntó.

Merlín: Fueron Freya y mi padre – dijo pensativo – no se como pero ellos me dejaron una carta – suspiró para guardarlas en su bolsillo.

Gaius: ¿Enserio? ¿cómo eso es posible? – preguntó sorprendido- y ¿por qué las guardas? Podría ser algo importante – lo miró.

Merlín: Eso no lo sé – dijo pensativo y suspiró – se que pueden ser importantes pero no sé, no estoy listo para leerlas – dijo inseguro – será mejor que me vaya a hacer mis deberes – miró un momento a Gaius para luego salir del lugar.

En un momento que Merlín ya estaba con Arturo sólo se dispuso a servirle el desayuno pero en todo el rato estuvo callado haciendo que al príncipe le parecía extraño.

Arturo: ¿Qué te pasa Merlín? Desde hace rato que te veo callado y eso no es normal en ti – lo miró.

Merlín: No me pasa nada – dijo tratando de actuar normal y le sirvió un poco de agua en su copa.

Arturo lo miró no mu convencido pero se acordó de algo así que miró al muchacho – se que no es el momento pero quiero que sepas que desde hace unos días se que eres un hechicero – dijo.

Merlín: ¿Cómo es que sabes que hago magia? – lo miró sorprendido.

Arturo: Lo sé desde que acorralamos al ese Bastet – comió un poco y miró al muchacho – cuando esa gárgola se cayó te vi que saliste corriendo y te seguí cuando llevaste a esa mujer al lago – lo miró – también te vi como te enfrentaste a ese dragón – dijo.

Merlín: ¿Enserio? Bueno si es así ¿por qué no me habías dicho nada antes? – exclamó – y ¿cómo es que estás tan calmado al saber que lo soy? – lo miró.

Arturo: Sí estoy calmado es porque a pesar de ser un hechicero se que haz sido el mismo y es por eso que tampoco no he dicho nada porque quería comprobarlo – sonrió un poco – se que e sufrido por la magia pero desde que derrotaste al dragón supe que tu eres al único hechicero en el que puedo confiar.

Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora