VII

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Tom... Quería reír, realmente quería hacerlo. Pero un Lord Oscuro no reiría por algo como eso. Pero era inevitable. Ver al pequeño Potter estar haciendo pucheros y negándose a jugar incluso con Nagini... A todos les alegraba que el pequeño demostrará algo común en un niño.. Un berrinche.

Esa era una pequeña señal, una pequeña señal de que el niño aún tenía un poco de su inocencia infantil. Aunque luego de darse cuenta de sus berrinches se asustaba hasta que alguien le decía que no pasaría nada por que lo hiciera. Pasaba un rato tenso hasta que recordaba la razón de su molestia y volvía a sus pucheros y negaciones.

¿Razón? Severus no había ido a la mansión en dos días.

Snape tenía que ir a su casa ya que el barbas de chivo siempre hacía visitas los fines de semana para asegurarse de que su espia y marioneta siguiera a sus órdenes. Además seguro iría a preguntar por el pequeño Potter que no había sido llevado o notificado de su plaza en Hogwarts.

Razón por la que Sabado y Domingo Snape no estaría en la mansión. Pero al parecer eso no era de agrado del pequeño Potter... Así que ahora el pequeño se negaba a comer o tomar sus medicinas, ni Lucius ni Narcissa habían logrado que el pequeño comiera.

Pero él lo había logrado, persuadiendo al niño diciéndole que si no comía, Severus se pondría triste al ver que no tomaba su medicinas ni había probado la rica sopa de verduras que había pedido especialmente para él... Y el pequeño había comido hasta la última verdura de su plato y tomado hasta la última gota de sus pociones.

Claro que aún así, eso no había quitado el mal humor de Harry, sin embargo, después de estar enojado dos días, este día el pequeño se encontraba lloroso y deprimido. Pasó de estar molesto a preocupado y lloroso. Por lo que su amiga reptil le comentaba, el pequeño estaba preocupado de que Severus lo haya abandonado...

Pero lo que mas le asombraba, era que en un ataque de magia accidental el niño había cellado su habitación. Solamente nagini podía entrar, pero ni él ni los Malfoy habían logrado entrar a la habitación del pequeño Potter. Eso ya estaba siendo preocupante, además desde afuera podían escuchar los sollozos del pequeño.

Suspirando Tom se dirigia a su oficina para pensar en cómo hacer salir al niño, cuando gracias a Merlín apareció la razón del berrinche del niño. Snape venía entrando al pasillo de las habitaciones, claramente con cara de irritación por estar cerca tanto tiempo de la cabra loca.

- Por amor a Merlin.. Por fin llegas...

- ¿Paso algo mi señor? - Tom se divirtió por la cara de susto del pocionista.

- Oh.. Nada grave, solamente un niño haciendo berrinche y ahora no podemos entrar a su habitación por su magia accidental.. Nada preocupante - Era claro el tono se ironía y sarcasmo en la voz de Tom.

- Potter... ¿Esta haciendo un berrinche? El mismo niño... ¿Esta seguro de que no lo cambiaron?

- El niño simplemente se enojo por que no llegaste tu... Pero ahora no deja entrar a nadie y bueno... A estado llorando desde la mañana... Así que....

Tom no termino de hablar cuando Severus desaparecio del pasillo rumbo al cuarto del niño.

~£~

Su papá no habia ido a verlo... El señor de ojos raros había dicho que vendría hoy, el se había portado bien... Comió toda su sopa y todas sus medicinas. Había estado molesto, pero no había hecho ningún desastre. Su papá debería ya de estar allí. Debio haberlo ido a despertar y comer con él.. Pero no había llegado...

¿Su papá ya no lo quería? ¿Se había dado cuenta de que estaba roto?

No no... Su papá no debía darse cuenta de que estaba roto... Su papá debía creer que él estaba bien y era un buen niño. Si su papá veía que estaba roto ya no lo hiba a querer... El quería a su papá... Su pecho dolería si su papá no lo quería...

El quería un papá... Harry quería un papá... Y el señor de negro era bueno... El señor de negro no jugaba con él.. Le daba comida rica y así su pansita ya no dolía... Le daba medicinas que aunque sabían feo.. Ya no se sentía mal como antes... Incluso su vista era mejor gracias a los exámenes del amigo de la señorita doctora... Los señores bonitos eran amables con él.. Y aveces el niño bonito venía a hablar con él.. Hablaba gracioso y decía cosas que él no entendía sobre juegos con una bolita que tenía alas.. Y tenía a su amiga Nagini que siempre lo abraza como ella podía... Y tenía a su papá...

Limpia sus mejillas mojadas por las lágrimas, el quería a su papá y quedarse con él, que lo abrazara... Y le contara cuentos antes de dormir.. Pero su papá lo había dejado... No quería que nadie lo viera llorar... Así que nadie había entrado a la habitación bonita. Escucho a los señores bonitos decirle que abriera.. Pero el solo quería que su papá entrará...

- Harry... Pequeño vamos.. Dejame entrar...

Esa voz...

- Harry.. Por favor pequeño.. Ya estoy aquí...

Era su papá... ¡Su papá! ¡Su papá había llegado! Estaba aquí.. ¡No se había ido su papá! Se levantó rápido sin importarle estar descalzo y corrio a la puerta, vio como su papá entraba a la habitación bonita y él se lanzó a abrazarlo, sintió como su papá lo cargaba y pegada a su pecho, las lágrimas nuevamente inundaron sus mejillas, su papá estaba aquí...

- ¡Papá!

~£~

Severus se quedó quieto y abrió los ojos rápidamente al escuchar esa pequeña y quebradiza voz pronunciar esa simple palabra... Harry había hablado... Harry estaba llorando en sus brazos... Harry le había dicho papá...

Lo separó un momento para ver esa pequeña carita que había tomado más color gracias a las medicinas y el buen cuidado, la magia era sorprendente. Esa pequeña carita estaba roja por el llanto, sus ojos hinchaditos e inundada en lágrimas. Pero podía ver una pequeña sonrisa al verlo y ese cariño...

No lograba entender como ese pequeño niño roto, había confiado rápidamente en el al grado de llamarle.... Papá...
Pero ignoro eso, la calidez que se acentuaba en su pecho no podía ignorarlo. Acariciando la mejilla y limpiando algunas lágrimas del niño, le beso su frente suavemente y lo pego nuevamente a su pecho. Sintiendo como el pequeño niño se calmaba poco a poco en sus brazos, se sentó en ma cama, acariciando la espalda del niño suavemente sonriendo un poco.

- Papá... Que...Quedate...

Nuevamente esa pequeña voz que podía pasar por un susurro se dirigió a él....acercandose hizo a un lado el cabello del niño besando su frente con cariño mirandolo...

- Tranquilo pequeño... Aquí estoy.. Me quédese.... Pa.. Papá se quedará contigo....

Se le hizo difícil pronunciar esa simple palabra... Pero para ver la sonrisa de Harry y ese brillo en sus ojos... Severus Snape se acostumbria a que ese pequeño niño acurrucado en su pecho y con una sonrisa que le llenaba de calidez en su pecho... Le siguiera llamando...

Papá

RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora