Capítulo 3

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Nota: Naruto o ahora llamado Dracula, tendrá dos novias, sin embargo, no las tendrá al mismo tiempo. Ahora las novias serán Tsunami y kurenai, repito no es harem, así que, adivinen cómo va a tener dos novias.

Naruto caminaba con la cruz en su espalda. Todos en la calle le gritaban insultos, Naruto solo podía agachar la cabeza adolorido, no por los latigazos y abusos, si no, por los insultos. Siempre es lo mismo, desde que tenía memoria.

A paso lento subía la montaña hokage, finalmente, cuando llegaron a la cima, pusieron la cruz en el suelo y lo subieron a ella.

—Clavenles las manos, y después las amarras para que no se desgarren y caigan— ordenó Minato.

–¡Hai!

Así procedieron a hacer lo ordenado.
Naruto gritaba de dolor, sin embargo lo ignoraron. Una vez listo, levantaron la cruz y lo dejaron en la cima de la montaña hokage crucificado.

—Gente de Konoha, hoy estamos viendo el penúltimo castigo de Dracula Vlad Tepes, anteriormente conocido como Naruto Tepes. Mi hijo bastardo, el demonio de Konoha.
Ahora con un miembro del clan Hyuuga, procederemos a eliminarlo los tenketsus, en otras palabras, su chakra— presentó el yondaime hokage.

—Así que por favor, Hiashi Hyuuga,
Procede a eliminar su chakra— continuo Minato.

Hiashi se acercó y hizo unas señas de mano mientras gritaba.

¡Hyuuga no kinjutsu: Chakra fuin!

Al terminar de decir su jutsu, golpeó a Naruto en el centro de su estómago, haciendo que Naruto soltara un grito de dolor.

—Ahora pequeño demonio, volveremos en tres días, Adios.

Naruto estaba aguantando las ganas de llorar de impotencia y dolor. En su cabeza el kyuubi lo consolaba y le daba ánimos de aguantar.

'Solo faltan tres días y,  podré ver a Tsunami. Solo faltan tres días y, podré ver a Tsunami' el pensamiento se repetía en su cabeza como un mantra. Era lo único que le daba fuerzas para continuar, él se vengara de ellos. De eso se asegurará, pondrá fin a toda corrupción dándoles la muerte más dolorosa.

Segundo día.

Paso un día y tenía hambre, un poco de sed pero más hambre. Su cuerpo estaba en la montaña, pero, su mente estaba pensando en Tsunami. Desea verla, anhela verla. Poder sentir su aliento, sus caricias, su toque y...
Su amor.

Mientras estaba allí, no pudo evitar aburrirse, por lo tanto, empezó a tararear una canción.

¿Sabes? no pido nada más que estar entre tus brazos, y huir de todo mal que a todo he renunciado por estar junto a ti.

¿Sabes? no dejo de pensar que estoy enamorado.

Te quiero confesar que soy solo un esclavo que no sabe vivir sin ti.

Cuando llegaste tu, te metiste en mi ser. Encendiste la luz, me llenaste de fe, tan perfecta como te imagine.

Allí Naruto tuvo que descansar para no sobre exigirse por su delicada condición. Habiendo perdido el hilo de la canción, decidió guardar silencio y pensar en aquella noche donde se fundieron en un solo ser. Donde compartieron sus penas, y frustraciones en un solo acto. La noche en la que decidieron guiarse por sus instintos carnales y finalmente, la noche en la que se convirtieron en amantes.

Naruto El Príncipe De Las TinieblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora