20-03-2025
Niko
—Ethan... ¡Apúrate de una vez!—grito como desaforada. La garganta ya me arde de tanto grito que he dado en el día.
—Sólo me falta la cámara...—le escucho decir a mi novio desde el dormitorio —. ¿No viste dónde la dejé?
Intento recordar, aunque no sirve de mucho. Desde que me mudé con él hace dos meses, la organización no ha sido nuestra mayor ventaja. ¿Quién creería que ambos seríamos tan desordenados?
—La tengo—anuncia Ethan mientras entra al living—. No sé cómo pero estaba en el cajón del baño.
Lo miro anonadada. Es el lugar más raro hasta ahora.
—En difinitiva tenemos que hallar el orden...—su comisura se curva seductoramente. En menos de tres pasos ya está rodeándome con sus brazos.
Sus labios se acercan a los míos y siento lo mismo que la primera vez que lo hizo.
—Lo único que sé...—nuestras frentes se tocan y mi pulso se acelera—. Es que aún entre tanto alboroto me alegra tenerte en mi vida.
—Muy lindo—respondo alejándome. Tomo mis cosas de la mesa. Con las llaves en la mano vuelvo a observarlo sonreir—. Aunque admite que sería mejor si le quitáramos el alboroto.
Ethan ríe. Lo imito y sin decir mas subimos a la camioneta. El almuerzo espera.
Max
—Si, si... Claro que te extrañé —niego divertido ante el comentario de mi novia. Al parecer los celos aún la rondan de vez en cuando.—Claro que te amo. ¿Quieres que se lo grite a los vecinos, o me crees?
La alarma de la camioneta suena mientras intento desactivarla. Por poco y dejo sordo a todo el vecindario.
Me paro de repente sorprendido ante las palabras que salen del celular.
—Solo lo decía en broma...—respondo nervioso. Aunque a ella no parece interesarle—. Vale... —respiro profundo. Antes de hacer tal locura procuro advertirla—. Pero si me llevan detenido tu le explicas a mis amigos la ausencia en el almuerzo.
—No te preocupes, me encargare de todo—dice con esa voz risueña que tanto me enloquece...
—¡TE AMOOOOOOO!—grito sin importarme las miradas acusatorias e incluso divertidas que puedan lanzarme los vecinos, o los pobres desdichados que tuvieron la mala fortuna de pasar por esa calle en ese momento—. ¿Feliz?
Intento reponer el aire en mis pulmones. Pero vale la pena que te consideren loco, si haces sonreír aunque sea una vez a la chica que te roba el pensamiento.
—Bien, yo también—agrego ya sobre la camioneta—. Intenta no atrasarte. Te amo. Adiós —sin pensarlo hago algo que jamás pensé. Envíar un beso mediante el celular. Sorprendido, sólo puedo reírme de mi mismo. El amor es así, te hace tener actitudes raras.
Antes de arrancar, utilizo el celular un momento más. Busco el contacto de Dylan. Ingreso al chat.
¿El viaje que tal? ¿Todo bien?
Sólo para que sepas tal vez me lleve la policía al almuerzo. JajajajaSólo pasan unos segundos para recibir su respuesta. El cambio de horario no parece afectarle.
Lo hice y aceptó. Aún no me lo creo Max.
¡Dijo que sí!
Por cierto, ¿tu novia va al almuerzo?Mis ojos se quedan abiertos por al menos cinco segundos. ¿Qué acabo de leer? Sin notarlo comienzo a reírme de felicidad, o nervios... O no sé. Lo único que me me pasa por la cabeza es que si me hubieran dicho esto hace 8 años, definitivamente no me lo hubiera creído.
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¿Enamorados De Las Gordas? (Completa En Dreame)
Teen FictionDos chicos, dos chicas, una apuesta y un amor inesperado. Dylan y Max son los chicos más populares de toda la secundaria, son sexies, inteligentes, deportistas y muy guapos. Ambos disfrutan de su popularidad yendo a fiestas, saliendo con porristas...