32: Un Día con Dellie

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23 de Diciembre

La mayoría de las familias de Avonlea ya tenían todo listo para la festividad más esperada por el pueblo. Luces de colores, muérdagos, guirnaldas, arbolitos y nieve decoraban las casas y la víspera navideña se sentía cerca

Anne decía que la nieve era una de las cosas más románticas que había visto; su intenso color blanco tendía a decorar todo de una forma en la que cualquier cosa se veía hermosa y le fascinaba esa forma de cubrir de felicidad aquel pequeño pueblo en el que vivía

Se encontraba arreglandose en el espejo para ir a la casa de Gilbert. Bash junto a Mary y los Cuthbert acordaron en ir todos juntos a Charlottetown con el propósito de comprar regalos a causa de no ir el día anterior porque la ciudad se encontraba absurdamente completa de gente corriendo para todos lados como que si el fin del mundo se aproximara

Jerry iría con ellos para ayudar, una orden que Marilla le dio diciéndole que era eso o quedarse con ella y Gilbert cuidando a una niña de 3 años todo el día

Así es, Mary les pidió el favor de cuidar de su pequeña hija mientras ella terminaba las compras. Anne definitivamente aceptó, que podría salir mal con un angelito como era Dellie?

Créeme que muchas cosas..

El grito de Marilla le advirtió que se le hacía tarde, Bash ya llegaría con Mary en su auto para llevarse consigo a los Cuthbert mientras que ella se ofreció a ir caminando sola hasta la casa, después de todo el camino no era tan largo y le gustaba caminar

Salió antes de Green Gables sin olvidarse de saludar con un beso en la mejilla a Matthew y Marilla, la cual mientras ella salía, la mayor le gritaba de una forma que escuchara que tenga cuidado en el camino

Todos conocemos a Anne Shirley Cuthbert, y es imposible no desconfiar de ella a la hora de dejarla sola con la naturaleza, es capaz hasta de soñar despierta

Dicho y hecho, la pelirroja admiraba todo el paisaje de su alrededor. Los árboles sin hojas, los copos de nieve cayendo sobre su cabeza y el viento frío que arrasaba en su rostro haciendo que su cabello volara de cierta forma

El camino hasta la casa de su novio se le hizo rápido, más de lo que en realidad era, a veces su imaginación solo la hacía perderse mentalmente y perder la noción del tiempo

Tocó la puerta unas tres veces esperando un buen rato para que el pelinegro saliera

Pero nada..

Luego de unos minutos, volvió a tocar más fuerte para luego refregarse sus manos con los guantes puestos haciendo signos de que el frío se notaba más si se quedaba firme en un lugar

Pero Gilbert no salió

Ya cansada, golpeó una vez más la cual sonó muchísimo más fuerte que las demás tratando de hacer que el pelinegro dé señales de vida

Hasta que salió

Su figura apareció tras la puerta con ojos cansados, su camisa blanca manchada y una niña pequeña llorando en sus brazos, la cual sin dudarlo, ella agarró

Saludó a su novio con un pequeño beso en la comisura de sus labios y se sentó con Dellie a entretenerla, haciendo que ésta pare de llorar y su pareja la miré estupefacto

-- Como hiciste eso? -- mostró sus ojos más abiertos que nunca haciendo que ni se notara que hace unos momentos, éstos estaban decaídos, cansados y un poco rojos

-- Un mago nunca revela sus trucos -- Contestó haciéndose la misteriosa mientras le guiñaba un ojo, solía tener buena mano con los niños y estaba casi segura que con Dellie no iba a ser la excepción

𝗨𝗡 𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗡𝗢 𝗕𝗨𝗦𝗖𝗔𝗗𝗢 | Shirbert [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora