Desde cero.

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Habían terminado de empaquetar todas las cosas que iban a llevarse desde su casa actual en Liverpool hasta, el pequeño pero elegante y bonito piso en New York. Silver se habría pasado toda esa mañana en la cama, de no haber sido porque la cama ya había sido enviada a su nueva casa en un camión de mudanza junto a otros muebles. Odiaba tener que mudarse, con todas sus fuerzas. Iba a tener que dejar atrás las amistades que había forjado en Liverpool y eso, le dolía. Eran exactamente las seis y treinta y dos de la mañana cuando Silver, acompañada de su hermano mayor Connor, se dirigía hacia el aeropuerto. Habían perdido a sus padres en un accidente de tren, por eso, apenas montaba en uno, sólo si era de vital importancia. Una vez allí y con todo en orden para viajar, se dispusieron a embarcar en el avión. Por desgracia para Silver y suerte para Connor, no les habían tocado asientos conjuntos, por lo que ella tuvo que estar durante seis horas y media más o menos, sintiéndose acosada por la mirada de un viejo verde que había justo a su lado. Aterrizó el avión en la pista y tiempo le pudo faltar para salir de allí como alma que lleva el diablo. Cogió sus maletas y su pequeña mochila y esperó a que su hermano bajase. Connor bajó y repitió el mismo proceso que su hermana había hecho hacía pocos segundos. Ambos querían llegar al piso cuanto antes y descansar. Connor, alquiló un bonito Audi negro para no tener que ir a su nuevo hogar en taxi o andando, y en menos de quince minutos, quizá veinte, ya habían llegado. El edificio estaba compuesto por una preciosa fachada blanca con balcones decorados en tonos negros y macetas con rosas rojas, posiblemente, recién transplantadas. La puerta principal era grande y de un estilo antiguo, como si lo hubiesen sacado de una película. Le transmitía buenas vibraciones a la chica y por eso, al abrir la puerta y poner el pie derecho en el suelo, no pudo evitar sonreír. Su vida iba a cambiar, para bien o para mal, pero iba a hacerlo.
Tras haber subido todo el equipaje y comprobar que no faltaba ningún mueble por montar, Silver se dejó caer en el sofá. Estaba agotada. Tan solo era la una y dos del medio día pero necesitaba irse a dormir. Sin molestar, moverse o decirle algo a Connor, se quedó dormida en el sofá.

(Sé que este primer capítulo es aburrido y un poco meh, pero tengo sueño y quería subirlo. Prometo que los siguientes serán mejores. ¡Bye!)

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Quiero darle las gracias a @harrysselfies por hacer la portada de esta historia. Os recomiendo que la sigáis y leáis sus historias. Sayonara girls and guys,,!!

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