¿QUIÉN ES EL ALFA? ||°Sookai°||ADAPTACIÓN

*•.♡Capítulo 9♡.•*

-Mi bebe~- chillidos de su madre se escuchaban desde que había pisado Daegu, fue abrazado por los delgados brazos de su madre fuertemente casi asfixiándolo a pesar de que ella fuera una omega.

Sus hermanas casi lo tiraban al suelo por lo emocionadas que estaban sacándole una sonrisa, y por último su padre el cual era un alfa era reconocido su carácter fuerte pero era más dócil cuando se trataba de su familia.

Acercándose lo abrazó, los extrañaba a todos.

Ya en el auto les contó cómo había estado estos últimos meses desde la última vez que los visito casi a mitad de año, pero excluyendo el tema de su mordida obviamente.

Cuando llego a su hogar, pudo percibir el olor característico de su familia. Lavanda  como su madre, Café como su padre y aún un poco confuso el aroma de sus hermanas.

-Kai, tu habitación sigue igual que antes, ve a descansar seguramente estas agotado. -dijo su padre ayudándolo con su maleta.

-Gracias- dijo besando la mejilla de su padre y subiendo con flojera a su vieja habitación seguido de su padre.

Llegando al pie de las escaleras agradeció a su padre nuevamente y tomó su maleta posándose frente a una puerta muy especial.

Entró abriendo lentamente la puerta caoba y percibió el aroma limpió de esta, todo estaba igual como lo recordaba.

Su cama al pie de la ventana junto a su estantería llena de mangas y comics que había coleccionado en su adolescencia.

Además, sus posters de sus idols favoritas en ese entonces.

Todo estaba igual.

Caminó acomodando su maleta al pie de su cama y se quitó sus botas quedándose descalzo para luego ponerse cómodo.

Ya era demasiado tarde como para quedarse despierto, además estaba cansado.

Poniéndose su pijama, se metió entre sus sábanas suspirando relajado.

Cerrando los ojos trato de dormir con la luz tenue de su lámpara a un lado.

2:00 am.

Vueltas y vueltas estaba dando en la cama simplemente por dos razones.

Uno. Sus sábanas no olían a Soobin.

Dos. Su almohada no era Soobin.

Se resignó abriendo sus ojos, estar muy lejos de Soobin lo estaba poniendo ansioso otra vez.

Tal vez si tomaba un poco de leche le daría sueño y podría dormir en paz.

Posó sus pies en la madera fría y camino hacía su cocina bajando las escaleras sin hacer ruido, todos estaban dormidos y no quería despertar a nadie.

Silenciosamente entró dirigiéndose al refrigerador, encontrando el bote de leche fresca, a su madre le gustaba la leche que proviniera directo de la vaca, cogió un vaso de la estantería y se sirvió para luego tomar un trago de leche.

Su estómago rugió, tenía hambre.

Entonces pudo observar que había pizza.

Oh pero que bendición.

Calentó la comida en el microondas y tomó un pedazo metiéndoselo a la boca disfrutando el sabor de este.

Era delicioso.

Masticando todos los pedazos posibles subió de nuevo a su habitación ahora metiéndose a sus sábanas para revisar sus redes sociales en el celular.