𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐏𝐋𝐀𝐘, 𝐁𝐀𝐁𝐘 [Multishipp]

< ᵈ ᵉ ᵐ ᵒ ⁿ ˢ >

*Especial Halloween

El Queens había abierto sus puertas tan pronto anocheció, era el mismo viernes de la semana en la que Horacio había tenido aquella conversación con su otro jefe. La temática aquella noche era distinta a las de cualquier otro día, si bien los viernes eran días especiales en el club, aquel viernes fue el primero de varios. A Alessandro se le había ocurrido la grandiosa idea de hacer esa noches una noches de disfraces, sin concursos ni mierdas, solamente para que la gente se lo pasara bien de una manera distinta a la que siempre era. La gente pareció recibir la invitación con alegría, las redes sociales hablaban de la gran noche en el Queens, los mensajes que se intercambiaban esa tarde eran preguntando si asistirías a la 'fiesta' y sobre qué te ibas a disfrazar.

Horacio no había asistido a trabajar, ese día, a la comisaria. Conway no podía decirle que no a Horacio, eso sí, le descontó el día de su sueldo. A Horacio le importaba lo mínimo, ganaba más con Alessandro que con la currando como Inspector Jefe.

Se había levantando temprano para ir de compras a todas las tiendas de ropa que pudieran ofrecerle. Después de hora buscando, no creyó posible que en Los Santos existiera un Target. Estacionó tan rápido como pudo y bajó de la misma manera en dirección a la entrada. Pasó al área de jóvenes, ahí encontró el resto de prendas. Agradecía que la ropa en esa sección no tuviera un género establecido.

El reloj marcaba las 16:00, se había recorrido todas las tiendas de la ciudad, y tan solo le quedaban tres horas para arreglarse. No sabía si le iba a dar tiempo. Gustabo había llegado temprano a casa por el mismo motivo que toda la ciudad se había desocupado horas antes de su jornada laboral normal. La diferencia entre ellos era que Gustabo era más sencillo, por lo que podía idear un disfraz tan cutre como su ropa habitual. Nuevamente, Horacio se había ofrecido a disfrazarlo, nuevamente lo rechazó.

- ¿Algún día me dejarás? ¿Es que no confías en mi estilo? ¡Mírame! ¡Media ciudad me desea!

- Ya, ese es el problema.

Horacio entendió más tarde que se refería a que él prefería pasar desapercibida de todos. En secreto, envidiaba totalmente el estilo de Horacio y su falta de problemas al mostrarse así en calle. Algún día dejaría que lo vistiera.

- ¿Qué me trajiste? Veo que descubriste el Target que acaban de abrir.

Gustabo se acercó a las compras hechas por su hermano, que descansaban en su cama, mientras este se paseaba por toda su habitación, sacando ropa y ropa, buscando entre el clóset y los cajones, con la toalla enrollada en la cintura. Recién se había salido de bañar.

- Pero si dijiste que no querías que te trajera nada, que tenías ya tu disfraz, perro.

Gustabo rio. A veces solo le gustaba molestar a su hermano. Se sentó junto a las bolsas, y miró como Horacio se quitaba la toalla para ponerse su ropa interior, aquella vez, era un pequeño bóxer negro. Gustabo se limitó a apretar sus labios, formando una línea delgada, mientras miraba como se enfundaba en unas mallas de red igualmente negras. Horacio se volteó.

- ¿Podrías dejarme a solas? Quiero que sea sorpresa.

La mirada de Gustabo no se apartó del perfecto cuerpo de Horacio, solo tuvo que parpadear un par de veces para volver a la realidad.

- Ah, sí. Iré a ponerme el mío. ¿Te voy a llevar?

Horacio negó con la cabeza mientras formaba un sonrisa que demostraba travesura. Se acercó lentamente a Gustabo y le susurró en el oído.

- ¿Qué parte de sorpresa no has entendido?

Y pasó su lengua por su mejilla, arrebatándole un suspiro nervioso a Gustabo. Se alejó en dirección a la puerta y se la abrió, indicándole de que ya podía salir. Gustabo sonrió como si nada hubiera pasado, ocultando las ganas que le había puesto Horacio y salió de la habitación con paso 'seguro', dirigiéndose a su habitación.