Primer día (Seungkwan)

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No era fácil, no fue fácil. Seguía sintiéndome culpable por lo que había pasado, por eso estaba aquí, y no había día que no dejara de practicar y buscar algo que jamás se había creado para poder salvarlo ¿Era así? ¿Era para salvarlo a él o salvarme a mí mismo?



El sol se alzaba lentamente, bañando todo con una tenue luz dorada. El único ruido alrededor era el movimiento de las hojas y el cantar de los pájaros que tenían sus nidos en los árboles más cercanos. Cerré mis ojos unos segundos, dejando que el sol me cubriera, dejándome llevar por el ruido de la naturaleza, era una de las ventajas de vivir en medio del bosque.

Luego de respirar hondamente, comencé mi día. Fui a buscar agua al pozo que estaba en la parte trasera de la cabaña y me preparé desayuno para ponerme a trabajar, ya llevaba tres años con la misma rutina, no podía parar ahora.

Volví a repasar mis anotaciones y los libros de pociones milenarios que había pedido prestados del pueblo en donde nací, un pueblo de brujos junto al bosque, en el cual debía estar oculto actualmente, buscando una cura, eso era lo que hacía todo el día, buscar una poción, una cura para salvar a mi mejor amigo de un destino que no merecía, que no tendría que estar pasando si no fuera mi culpa... No, no. Él me recordaba (casi a diario) que no era mi culpa ¿Quién iba a saber que por quedarse unos minutos solo junto al bosque aparecería un vampiro y lo atacaría? Fue cosa del destino y de los vampiros, no fue mi culpa.

Miré en dirección a la puerta de su habitación ¿Qué está haciendo a esta hora? ¿Estará durmiendo? ¿O tal vez leyendo? ¿Podía leer en la oscuridad? ¿Ya habrá comido... bebido? ¿Estará pensando en qué hacer en un futuro? ¿Todavía cree en mí? Yo seguía firme, volvería a Vernon a la normalidad, aunque eso me llevara mi vida entera.

Suspiré y volví a mi libro de anotaciones, ya estaba planeando una nueva poción, esperando que ésta fuera la definitiva, quería ver a Vernon seguir con su vida normal, volver al pueblo con él y nuestras familias, al menos por el tiempo que pudiésemos antes de comenzar la vida de cada uno. Yo me iba a ir del pueblo para seguir estudiando y especializarme, mientras que Vernon posiblemente se quedaría en el pueblo o iría tras su sueño, era nuestro punto de separación, pero aquí estábamos ahora, por ese incidente nuestras vidas se habían detenido desde hace tres años y ahora vivíamos juntos, tal vez el destino nos quería más tiempo juntos, yo también lo quería, pero tal vez hubiese sido más simple, no tan complicado.

Volví a suspirar y me concentré en la poción, cuando sentí un escalofrío por mi espalda, me di media vuelta y no había nada, pero sabía quién podía ser, sin embargo, aun así, me asusté al volver a mi libreta y encontrar la cara de Vernon frente a mí, diciendo "Boo~" y riendo mientras se sentaba en el sofá.

 —¡Vernon! —chillé enojado, no era la primera vez —. ¿Cuántas veces te he dicho que no me asustes así?

Lo miré enojado, suspirando, mientras él sonreía mostrando sus dientes, sus colmillos destacaban.

—Perdón —respondió sin dejar de sonreír —. Pero te veías tan tenso —se acercó a mí y arregló un mechón de cabello en mi frente —. Te ves mejor cuando sonríes.

Fruncí el ceño, esperando no sonrojarme, Vernonie era un bobo, él se alejó y se tiró sobre el sofá.

—¿Qué haces aquí? -pregunté notando la hora, recién era medio día, donde el sol estaba en lo alto, no era bueno para él —. Es muy temprano para que estés fuera de tu habitación.

Vernonie se quedó mirándome por un par de segundos antes de responder, su sonrisa había desaparecido.

—¿Acaso no te gusta mi compañía? —dijo con voz ronca.

As Day and NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora