Cuarto dia (Seungkwan)

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Podía acostumbrarme a despertar cada día imaginando que estaba dentro de uno de los mejores sueños, así ¿Cómo querer despertar?


Recordé cómo me había quedado dormido y miré alrededor, estaba solo. Era una sensación agridulce, recordar que anoche había caído dormido en brazos de Vernonie y despertar solo, sabiendo que era por su propio bien. Suspiré y rodé en la cama, el día anterior había sido demasiado vertiginoso. Me senté en la cama, intentando organizar mis ideas.


Era extraño, todo se mezclaba entre sueños y pesadillas con la realidad. Lo de Vernonie... ya estaba confirmado... nos habíamos besado de nuevo, aunque todavía debíamos hablar, pero aquí había algo... mucho más que solo amigos. Esto era lo bueno, lo malo fue la visita de los vampiros. Primero, lo más importante y doloroso de todo es que... según ellos, Vernon no podía volver a ser humano y que todo el esfuerzo que habíamos hecho fue por nada. No quería creerlo, pero estaba seguro que era así... y dolía ¿Qué le diría a Sofia el día que volviera a visitarnos? No quería ni pensar en ello ahora... y ¿Qué haríamos nosotros ahora? Si no había una cura, no podíamos volver al pueblo... teníamos que verlo con Nonie. Además, estaba el ofrecimiento de los vampiros, se querían llevara Vernonie, pero él me dijo que no se iría con ellos, que quería quedarse conmigo...


Teníamos muchas cosas que hablar, así que me levanté y comencé mi rutina matutina.

Bajé emocionado, podía sentir mi corazón latir desbocado y mariposas en el estomago. Sentía todo lo que había prometido ocultar, pero en forma diferente, antes dolía, punto, sin embargo, ahora... se sentía diferente, más intenso, pero a la vez más cálido y emocionante ¿Amor? No estaba seguro hasta que punto había caído por Vernonie, pero lo quería y mucho.

Caminé directo a su cuarto, pero me detuve, era demasiado temprano, sabía que no estaba durmiendo, pero prefería esperar que apareciera por su cuenta. Así que me devolví a la cocina y preparé desayuno, mirando cada tantos minutos en dirección a la puerta de Vernonie.


Una hora, dos, tres y nada ¿Estaba bien? Ya me estaba comenzando a preocupar.

Pasada la hora de almuerzo, finalmente fui a tocar la puerta, mi pecho dolía, estaba intranquilo ¿Había pasado algo? Esperé respuesta, a Vernonie apareciendo con su sonrisa habitual, pero nada, volví a golpear. Pasaron los minutos y sentí ruido al interior, seguido de un fuerte golpe contra la puerta.

—Lo siento, Seungkwan —escuché al otro lado de la puerta, con voz ronca —. Ahora no puedo salir.

—¿Pasó algo? ¿Estás bien? —me apoyé contra la puerta —. ¿Necesitas ayuda?

—No —respondió en forma áspera —, estoy bien, solo algo cansado.

—De acuerdo —me separé de la puerta —. Si necesitas algo, estaré aquí.

Esperé otra respuesta, pero nada ¿Que había pasado? ¿Podía ser que estuviera enfermo? ¿Los vampiros podían enfermarse? O... por todo lo que había pasado ayer... en verdad había mucho que procesar, de los vampiros, que se quedaría así... y nosotros ¿Era eso?

Agité mi cabeza lo más fuerte que pude, no quería pensar así, no podía preocuparme por algo que seguro no era así, dios, nos habíamos besado y casi actuado como pareja... yo lo quería y seguro él también, lo ultimo por lo que estaría mal sería por eso.

Así que, en vez de darle vueltas, tomé un par de libros y me senté en el sofá para buscar algo que se me hubiese pasado todos estos años, algo que pueda ayudar a Nonie a tener una vida más cómoda. Me pasé la tarde leyendo, pero cada tanto miraba hacia la habitación de Vernonie. A veces escuchaba ruidos y esperaba que fuera él saliendo finalmente de su habitación, pero no, era solo el viento exterior.

As Day and NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora