Capítulo 3: primer enfrentamiento

27 6 0
                                    

-Ya pasada unas horas, aquel hombre recobra la memoria, pareciendo ya bastante mejor que anteriormente. -¿Ya te sientes mejor?. Le pregunto con un tono algo serio, dirigiendo mi mirada hacia él. -Estoy bien, de verdad te agradezco mucho que me hayas salvado, ¡no sabes cuanto!-. Responde aquel hombre, sonriendo y mirándome fijamente. -Si no te preocupes, vi que eras inocente y te ayude sin pensarlo dos veces...¿Puedo saber tu nombre?-. Le pregunto con un tono de voz curioso, esperando una respuesta de mi compañero. -Ah claro no nos hemos podido presentar bien. Mi nombre es Jarol, ¿Y el tuyo?-. Preguntó aquel hombre, dando un bostezo. -Mi nombre es Kevin, un gusto Jarol y espero poder escapar juntos... Dicho eso, si mal no recuerdo dijiste que tu tarea es ayudar a otros ¿no es así? ¿Entonces por qué te intentaron matar?-. Le pregunto con una mirada algo seria, esperando una respuesta de Jarol. -Oh eso, te explico: digamos que me acerque a un tipo pues a ofrecer mi tarea...sin embargo, el tipo reaccionó de una mala manera, clavándome un cuchillazo y yéndose lejos-. Responde aquel hombre con un tono nervioso, viéndome sin apartar la mirada en mi.

-Pues te creo, en el fondo tomos debemos estar estresados por todo esto, así que era normal que ocurriera algo así... en fin espero poder llevarnos bien-. Le doy una sonrisa estrechando mi mano hacia él. -Jeje, creeme que así será-. Dice para estrechar su mano también, para así dejar por hecho nuestra alianza. -Y...¿puedo saber en qué consiste tu tarea?-. Preguntó Jarol, ya mucho más animado que anteriormente. -Oh cierto, te cuento: Mi misión es evitar que alguien, no se quien, cumpla su tarea y salga de aquí con vida, para eso me dieron esto, cuando comience a brillar significa que aquel tipo está cerca de nosotros-. Digo señalando mi collar que me fue otorgado por Karol. -!Oooh, a ti también te dieron algo! a mi igual me dieron algo, fue esto-. Comenta Jarol para luego sacar de su bolsillo unas vendas de un aparente color verde neón. -Según lo que me dijo aquella parca, con esas vendas puedo curar instantáneamente a cualquier persona a excepción de mi, y eso que lo intente...-. Comenta Jarol soltando una pequeña risa. -Vaya, pues va a resultar muy útil, aunque es una pena que no funcione contigo...tendrás que tener el doble de cuidado. -Digo sonriendo al ver tal objeto.

-Nos pusimos a conversar sobre nosotros y sobre que tanto deseábamos volver, obviamente con lo poco o mejor dicho casi nada que sabíamos de nosotros. En mi caso quiero volver debido a que siento que tengo asuntos pendientes, y en el caso de Jarol, quiere volver debido que siente que debe juntarse con alguien, intentamos pensar que alguien debe ser pero obviamente no recuerda nada, al igual que yo.

-Ya pasada una hora más o menos, mi collar comenzó a brillar de repente, no era tan potente dicho brillo sin embargo ya sabíamos lo que significaba. -Si está brillando eso significa que...-. Dice Jarol algo nervioso. -Exactamente, está cerca-. Agrego yo, intentando parecer lo más calmado posible cuando en el fondo tengo miedo, miedo de fallar y morir.

-En marcha, si acabamos con él nos podremos ir de aquí-. Digo levantándome rápidamente-. -Emm...si, ¡vamos!-. Dice Jarol dudando un poco de sí mismo, y lo entiendo, yo también estoy nervioso sobre lo que podría llegar a pasar.

-Ya en las calles de esta destruida y descolorida ciudad, nos acercamos hacia donde más comience a brillar el collar, caminando a una velocidad moderada para evitar llamar la atención para evitar enfrentamientos no deseados. -Oye...ahora que me doy cuenta, no he tenido hambre ni sed en todo lo que llevamos-. Comenta Jarol mientras seguimos nuestro rumbo. -Es cierto...lo más probable que sean una de las reglas del purgatorio-. Agrego yo mientras nos acercamos más a nuestro objetivo.

-De repente el collar se envuelve en un rojo intenso, delante de un bloque de edificios. -Debe estar escondido ahí, vamos-. Le digo a Jarol, señalándole los edificios de al frente. -Si, hay que ir antes de que se vaya-. Agrega Jarol, caminando hacia allá mientras yo le sigo el paso.

-Al llegar allá no se podría observar nada fuera de lo común a simple vista, sin embargo, al adentrarnos logramos ver unos escombros salir en una esquina de lo que vendría siendo un edificio de mediana estatura. Al acercarnos vimos a un chico parecido a mi edad, osea como de 20 años, rebuscando algo entre aquellos escombros. -Debe ser él-. Digo señalando mi collar, que este brilla mucho más que anteriormente. Jarol solamente asintió con la cabeza y nos fuimos acercando lentamente hacia él, tomando unas rocas del piso más a menos afiladas.

-Necesito encontrarlas, antes de que suceda lo peor...-. Susurra aquel chico, concentrado en buscar algo. Ya estando a un metro de él, nos abalanzamos sobre aquel chico, sin embargo, nuestra sombra nos delata haciendo que nos vea con anticipación y esquive nuestro ataque. Aquel chico se veía mucho más calmado que nosotros dos, viéndonos con una mirada seria en su rostro. -Mira yo no quiero pelear, solo estoy buscando unas cosas para irme de aquí-. Dice aquel chico con un tono de enfado. Por un momento sentí lástima, sin embargo si no lo logramos ni yo ni Jarol saldremos de aquí, se podría decir que nuestra vida depende de que aquel chico muera.

-Al ver que no nos íbamos, el chico sacó una navaja de su bolsillo y rápidamente se embistió contra mí, lo consigo esquivar a duras penas. Rápidamente Jarol le pega con la piedra en la espalda para luego empujarlo y así comenzar a pegarle con la piedra con todas sus fuerzas, precedo a ir y hacer lo mismo. En unos de esos golpes, él alcanza a levantarse y a hacerme un tajo en el pecho de forma diagonal. -aaah...-. Suelto un gemido debido al dolor del impacto. -Kevin, ¡noo!-. Grita Jarol, para luego golpearle la mano al chico con la roca en donde lleva el cuchillo. eso hace que lo suelte y al salir disparado choca con una piedra brillante al frente de un edificio. Aquel chico de ropajes negros al estilo gotico, sale corriendo de Jarol, y en vez de tomar su cuchillo, toma aquella piedra brillante de un color verdoso neon. -¡solo faltan 2 y me voy!-. dice aquel chico con montón de moretones debido a la paliza, para luego salir corriendo de donde estábamos dirección al noreste. -maldito...¡kevin, aguanta!-. Es lo ultimo que escuche de Jarol, para luego perder el conocimiento poco a poco.

Penas del purgatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora