Capítulo 4: la estrategia triunfadora

19 6 0
                                    

-Al recobrar la conciencia finalmente, me encuentro en lo que vendría siendo la mitad de un edificio, este mismo no tiene techo y solo tiene la mitad de las paredes. Luego de reconocer eso veo a Jarol mirándome con una cara entre alegría y nervios. -Sigo...¿sigo vivo?-. Fue lo primero que se me ocurrió decir. -¡Kevin, por fin despertaste! ¿ya te estaba dando por muerto sabes? jaja es broma es broma, me alegro mucho que sigas aquí-. Dice Jarol, con una sonrisa de amabilidad en su rostro-. Procedo a responder sonriendo, mientras voy a ver mi herida y veo que ya no estaba. -¿Mhh, y la herida?-. Le pregunto algo confuso, se me hacía raro que un tajo tan grande se hubiera esfumado así de rápido. -Se te olvido ¿no es así?-. Responde Jarol, sacando sus vendas de color verde. -Por lo visto si eran mágicas, apenas te las puse en tu herida te sanaste al instante jeje-. Comentó soltando una pequeña risa, mientras guardaba aquellas vendas nuevamente en su bolsillo. -Oh cierto, casi se me olvida- Antes de terminar la frase, escucho a un tipo corriendo a gran velocidad cerca de nosotros, se veía asustado, como si estuviera corriendo de algo o alguien.

-¡Aaah, no fue mi culpa no me mates!-. Grita aquel tipo para seguir corriendo hacia el sur. Al ver eso yo y Jarol nos quedamos asustados y a la vez confundidos, inmediatamente nos pusimos en estado de alerta. -Esto es malo, deberíamos irnos de aquí cuanto antes-. Dice Jarol algo nervioso por lo anteriormente ocurrido. -Si, es lo mejor ahora mismo ya que...- No alcanzo a terminar la frase y nuevamente se ve como se aproxima alguien, sin embargo el doble de rápido que aquel otro tipo, al parecer era una chica de como 17 años, esta llevaba una pistola que para ser precisos era una Beretta M9.

-A diferencia de aquel chico, esta chica no nos ignoró y procedió a acercarse hacia nosotros apuntandonos con su arma, nosotros procedimos a levantar las manos debido a que no nos podíamos defender frente a algo así. -Ustedes dos, si me dicen donde se fue corriendo la persona los dejaré vivir, en caso de que respondan otra cosa, morirá aunque sea uno de ustedes dos. -Dice apuntandonos sin miedo alguno, inmediatamente los dos apuntamos dirección al sur, obviamente no íbamos a mentir en ese tipo de situación, mucho menos para proteger a alguien que no conocemos.

-¡gracias, son un encanto! jeje muchas gracias-. Dice aquella chica cambiando de expresión en un instante a una alegre y cariñosa. No alcanzamos a decir nada debido a que rápidamente salió corriendo con el arma en mano. -Uff... ya vi que moría dos veces-. Digo soltando un suspiro. -Lo mejor es irse ahora ya- Comenta Jarol, yendo rumbo hacia el noreste, donde se había ido nuestro objetivo, asentí con la cabeza y me puse a seguirle el paso. -Mmh...no ha brillado ni un momento-. Digo dirigiéndome al collar. -Por lo visto se habrá ido lejos para evitar eso, igual si apuramos el paso lo alcanzamos-. Añadió Jarol, para luego apurar el paso. -Tienes razón, hay que apurarse-. Digo para seguirle la velocidad, sin embargo me tropiezo con algo y caigo al piso de una. -¡Aaau! ¿Es en serio?-. Reclamo mientras Jarol me da la mano para ayudarme. -Cómo llegaste a tropezar...¡espera!-. Interrumpe jarol para terminar de levantarme y señalarme al piso donde caí recientemente, al ver encuentro una piedra de un color verdoso neón. -Espera...¿eso no era lo que se llevó nuestro objetivo?-. Pregunto medio confundido, debido a que en ese momento estaba perdiendo el conocimiento debido a la herida que sufrí. -Exacto, y si esa es su tarea, significa que estamos en ventaja ante el-. Comenta Jarol mucho más animado. -Tienes razon, habra que hacer un plan para atraerlo-. Añado mientras pienso que podríamos hacer.

-Luego de pensarlo bien, hicimos lo siguiente: en un hoyo de una carretera lo llenamos con arena y dejamos semienterrado la piedra, por lo que al pisar mal se quedara atascado, al pasar eso Jarol lo sujetara por la espalda mientras yo con su navaja le haré una apuñalada, y puede que no sea muy justo un dos contra uno, sin embargo no quedaba otra opción. -Todo listo, ahora a esperar-. Dijo Jarol con un gesto de nervios. -Si...hay que acabar con esto-. Respondo algo sonriente, esta vez sí lo lograremos.

Penas del purgatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora