No Invitado

Capítulo 8

A la mañana siguiente, entraron en la morgue de la ciudad de Yi, poco después de las ocho de la mañana. Song Lan había llamado a la comisaría desde el coche de camino. Xue Yang no estaba de servicio hoy, pero se enviaría un patrullero a su casa para ver cómo estaba.

Algo hizo que Xiao Xingchen pensara que la criatura no lo atacaría, todavía no. No podía ignorar su sospecha de que la criatura quería algún tipo de venganza contra Xue Yang por exponerlo en el caso del asesinato de Chang. El joven Xue Yang de su visión había estado demasiado asustado, las intenciones de la criatura para él eran demasiado claras.

Pero ahora dos veces, había estado en la visión con Xiao Xingchen mientras Xue Yang estaba muy cerca. Y tres veces, la criatura había ido tras Xiao Xingchen. Si hubiera querido lastimar a Xue Yang, ya lo habría hecho.

Estaba esperando algo, ¿Qué era?, Xiao Xingchen ni siquiera podía comenzar a adivinar. Pero no quería correr riesgos.

Si estaba equivocado acerca de la criatura esperando, acerca de que venía después por él primero, y terminaba atacando a Xue Yang cuando no había nadie alrededor para protegerlo, Xiao Xingchen nunca se perdonaría a sí mismo.

Si los oficiales de policía de turno serían realmente capaces de detener a la criatura si atacaba, era una lata de gusanos completamente diferente; una que, para abrirla, no tenía fuerzas ahora mismo. Xiao Xingchen no sabía cómo luchar contra la criatura en sus propios términos, por lo que enviar un coche patrulla a la casa de Xue Yang era lo máximo que podían hacer.

Aun así, lo carcomía. El camino había sido más silencioso de lo habitual, y se encontró apretando los dedos con demasiada fuerza alrededor del brazo de Song Lan mientras entraban a la morgue, tenso por la preocupación.

El funerario era un hombre con la voz más suave que Xiao Xingchen había escuchado. Él se presentó a sí mismo como Lan Xichen, estrechando sus manos. Su agarre era más fuerte de lo que Xiao Xingchen hubiera esperado, pero había algo en su presencia que lo calmó instantáneamente. Exudaba un aire de tranquilidad con cada palabra suave, haciendo que Xiao Xingchen se sintiera inmediatamente más a gusto.

Y era alto, más alto, quizás, incluso que Song Lan. Podía decir cuán altas eran las personas por la posición de sus voces, y la voz de Lan Xichen vino sorprendentemente alto.

Lo siguieron desde la oficina principal y atravesaron una puerta trasera que se abría a un largo pasillo. Sus pasos resonaban huecos en las baldosas, y mientras se dirigían hacia el otro extremo, comenzó a enfriarse gradualmente a su alrededor.

—El cuerpo llegó tarde anoche —decía Lan Xichen—, ya hice una autopsia y envié los resultados a los forenses. Nada fuera de lo común, excepto que las laceraciones que causaron su muerte. Son... —Se interrumpió.

Song Lan completó —¿Abyectamente horripilantes?

Había una leve sonrisa en la voz de Lan Xichen cuando respondió —Esa es una forma de decirlo.

—Sí. Estuvimos en la escena de una de las otras víctimas del sospechoso recientemente —dijo Song Lan—, es bastante sombrío.

—Como detective, debes ver cosas como ésta con bastante frecuencia. Todas las monstruosidades que la humanidad es capaz de infligirse a sí misma.

Song Lan no respondió, pero Xiao Xingchen sabía que Lan Xichen tenía razón. ¿Cómo perseguían a Song Lan las cosas que había visto?

Se detuvieron y se escuchó un pitido electrónico cuando Lan Xichen escaneó su tarjeta de acceso sobre la cerradura, dejándolos entrar.