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Los pequeños chicos podían sentir como las lágrimas descendían de sus mejillas, estaban heridos, pero ¿Que se podía hacer? Para algunos pude ser algo tonto, infantil y absurdo pero el hecho de ver a aquella persona que te viene gustando por años, besarse con alguien eso es... No es fácil. Las ganas de comer algo desaparecieron, Jin, Jimin y Jungkook se dirijieron al salón donde anteriormente estaban, en todo el camino ninguno de los tres dijo palabra alguna.
—Creo que los rumores eran verdad—fue lo único que salió de su boca, su voz salió más aguda de lo normal, con la manga de su camisa limpio la pequeña gota de lágrima que callo por su mejilla.
—¿De que hablas?—la voz de sus amigos sonó por los pasillos, no entendía lo que su querido amigo había dicho.
—Escuche a alguien por hay decir sobre un rumor... Según decían que ellos querían tener una pareja—explicó mientras miraba aquel piso de mármol blanco, sus amigos no decían nada más podía sentir la mirada de estos sobre él—Lo siento chicos, quería decir lo antes posible pero... Ustedes se dieron cuenta.
—Tranquilo Kookie, no es culpa tuya—trato de animar el peli-rosa, desde que ocurrió aquel accidente donde el señor y la señora Jeon murieron, Jungkook empezó a culparse sobre lo sucedido.
—Les juro que se los iba a decir pero... Eso paso y yo. La verdad lo siento mucho chicos.
—Tranquilo Kook—hablo el peli-negro tratando de clamar a su amigo, odiaba verlo de esa manera pues un ser tan tierno como él no debía pasar todo aquel sufrimiento y a tan corta edad—No hay que llorar por alguien el cuál no muestra el más mínimo interés en nosotros, nosotros somos increíble y no hay que ser una ridículas—aquella palabras eran tan ciertas ¿Por qué llorar por unos hombres? Hombre hay muchos y mejores que aquellos pero... ¿Cómo explicarle eso a un corazón enamorado que no sigue instrucciones?—Vamos tenemos que ser ayudando a Jungkook.
—Si—dijeron los menores al uniso, no paso mucho cuando llegaron al salón y siguieron con lo suyo.
Las horas pasaron volando pues aunque estuvieran haciendo tareas y trabajos, les divertía hacer eso juntos pues horas de risas los acompañaban, la biología y historia era muy interesante para aquellos amigos no por nada era catalogados como “Los nerds” de la escuela lo cuál era raro pues como ellos habían muchos pero el bullying era mayor para ellos. La noche cayó, ya era tarde y era seguro que ningún otro estudiante seguía en aquel lugar.
—Lo siento mucho chicos, me tengo que ir papá quiere que vaya a casa—su voz salió baja y sin ganas y es que no las tenía, odiaba con todo su ser volver a casa más no tenía ningún otro lugar donde estar.
—Yo también me tengo que ir, mis padres me regañaran—se levantó de su asiento mientras colgaba su mochila en los hombros, no quería llegar tarde a casa y si lo hacia seguramente sus padres lo castigarían y terminaría durmiendo afuera de la casa.
