⏳02⏳

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Cerca del invierno la madre de Jimin murió. Los días grises y el clima iban de la mano con tal momento desolador, mezclándose juntos a la perfección. Jungkook preferiría no angustiarse tanto a sí mismo con la pregunta de "¿cómo estará Jimin en este momento?" o "¿lo estará llevando con calma?", pues sabía que no hacía nada de sentido formularse esas preguntas y al final sólo se terminaría torturando a sí mismo si se martillaba la cabeza de tal manera. No había nada que él pudiera hacer o decir para hacer sentir a Jimin mejor, era incapaz de curar aquel pecho destrozado. No había remedio mágico para el corazón de Jimin. El duelo podía ser de los retos más difíciles en la vida de todos y aunque Jungkook jamás había enfrentado ninguna pérdida, había leído mucho sobre el tema enseguida que le comunicaron la muerte de la madre de Jimin, pues su intención era entender a Jimin mejor.

Negación, confusión. Ira y enojo. Dolor y culpa. Tristeza, aceptación y restablecimiento. Jungkook lo había memorizado todo intentando sentirse conectado con aquellos sentimientos, pero se encontró a sí mismo con un gran dolor de cabeza de tanto forzarse a sentir algo por una situación que no había vivido.

Dejó los libros de lado y se sentó junto a su ventana, observando cómo la nieve lo pintaba todo en lo que solía ser el colorido jardín de su madre. Empezó a nevar y la nevada fue un espectáculo capaz de robarle suspiros, pues debía reconocer la belleza en ese infinito blanco, ya que sus ojos brillaban ante lo frío que lucía todo, pero su cuerpo tenía cierto malestar ante esa sensación de soledad y una fría muerte que de la nada le generaba la nieve, haciendo que el invierno le horrorizara por un momento, pues era tan extraño y poco cálido que no entendía cómo por un segundo pudo encontrar belleza en el.

Luego se dio cuenta de que simplemente extrañaba a Jimin. Habían pasado semanas de la muerte de su madre y el chico estaba demasiado ausente, cosa a la que Jungkook no se podía acostumbrar ya que se veían casi todos los días. Había intentado contactarlo, pero no había recibido respuesta alguna.

Luego pasó lo que menos quería que pasara, se hizo la pregunta de "¿cómo la estará pasando Jimin", porque por más que intentó alejarla de su mente y tuvo la intención de entender el duelo para pensar que Jimin podría llegar al restablecimiento y no sufrir, inevitablemente tuvo que aceptar la realidad. Y el problema era que, él no solamente sentía la pérdida de Jimin, no sólo lo lamentaba por él, sino que estaba jodidamente destrozado. ¿Y por qué estaba destrozado? Bueno, la respuesta era fácil. Se vería muy egoísta de su parte decir "siento el dolor de Jimin como si fuera mío", pero la realidad era que sin importar qué sentimientos tuviera Jimin, fueran negativos o positivos, a Jungkook siempre le afectarían más que los de cualquier otra persona, pues Jimin era el hombre al que amaba. Entonces sí, estaba destrozado porque le partía el corazón, incluso más que su propio dolor, que Jimin sufriera. Realmente le dolía más eso que cualquier otra cosa en el universo. No quería el sufrimiento de Jimin, prefería antes el suyo. No le parecía justo. La vida estaba siendo una auténtica maldita con la persona más preciosa que existía en esa época, definitivamente no era un mundo justo, y aún así Jungkook quería justicia para Jimin.

Entonces lo sintió todo, la negación y confusión. Repetirse mil veces que la madre de Jimin no podía estar muerta, no debía, ¿y por qué había pasado? ¿por qué la vida tenía que ser así si Jimin sólo merecía cosas buenas? Ira y enojo, porque joder, nunca debió pasar eso y la vida es una maldita. Dolor y mucha tristeza al imaginarse a Jimin sufriendo, pero nunca puedo llegar a la parte de la aceptación, porque nunca podría aceptar esas cosas para la vida del hombre que amaba.

No había sido tan cercano a la señora Park, pero sabía que Jimin la adoraba con toda su alma. Y podía entender la razón por la que se llevaba bien con ella, pues la señora Park era una mujer con una mente demasiado abierta para la época en la que vivían, llena de vida y amabilidad. Nunca la veías juzgando nada, siempre prudente y gentil. Ella era como un ángel, y todas las veces que tuvo la oportunidad de platicar con ella, Jungkook simplemente se sintió en paz.

Amaba tanto a Jimin, en serio lo amaba. Quería su bien sobre todas las cosas.

Esa tarde, con su rostro hinchado de tanto llorar, se dirigió a la biblioteca y buscó una biblia.

Se dejó caer al suelo y buscó un pasaje en específico.

Y Jonatán hizo jurar a David otra vez a causa de su amor por él, pues le amaba como a sí mismo. — leyó Jungkook la biblia en susurros, temblando de frío en las sombras de la biblioteca, rodeado de velas que sólo le daban un ambiente más tétrico al lugar.

Lo amaba, amaba a Jimin. Daría todo por decirlo y gritarlo, lo amaba. Pero nadie realmente aceptaría el amor que sentía, no tenía caso. Maldita sea, lo amaba.

 Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres. — siguió leyendo, y leyó más y más hasta que le ardieron los ojos.

Luego sólo tiró la biblia lejos y se dirigió tambaleante hacia el altar de su madre, donde encontró una nota dejada por ella y la tomó con sus dedos inestables.

"Dios condena el pecado de la homosexualidad como en Sodoma y Gomorra".

Jungkook no tuvo la valentía para seguir mirando lo que decía en aquel papel, así que sólo lo lanzó lejos, y como siempre pasaba, se encaminó hacia el armario de objeto de torturas de su madre.

¿Acaso en el mundo nunca habría espacio para un hombre que amara a otro hombre, justo en la manera en la que él lo hacía?

(...)

Si alguien lee esto, gracias. 🥺💖🐥

drown me ♡ ♡ >>> KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora