୭̥⋆*。𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨 𝐭𝐡𝐞 𝐜𝐡𝐮𝐫𝐜𝐡

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Nos amábamos

Éramos dos fugitivas, viviendo lejos de los prejuicios pero cerca de nuestros sueños.

Nuestras condiciones no eran las mejores, vivíamos en cuatro paredes de dos metros por dos metros, teníamos una cama y algo de comer, por lo menos.

Ella trabajaba de mesera y yo en una polvienta librería en donde ayudaba a una anciana.

No ganábamos mucho pero si lo necesario para tener luz, agua y comida

Un día, al llegar a la librería, la anciana cuyo nombre era Donna. Se encontraba enferma, me conto que los huesos le dolían y que tenia nauseas . Yo le dije que podía tomarse el día libre que yo me encargaría de la librería, pero ella se negó.

Y el día prosiguió así, yo me encargué del trabajo pesado, como acomodar libros, ella solo registraba y vendía.

No recibí ningún mensaje de mi amada en todo el día, cosa que era rara, pero tal vez tiene mucho que hacer, pensé y ese era todo mi consuelo. Aunque no me podía quitar el sentimiento del pecho de que algo malo puede pasar.

Al final de la jornada, la tarde se ponía nostálgica y fría, como una tarde de octubre; me puse mi chaqueta, mi bufanda y me despedí con un abrazo de la anciana, me dirigí a la puerta pero antes de que la cruzara, me llamó por mi nombre, a lo que yo me detuve y regresé a donde estaba.

"¿algo más que se le ofrezca?" ella me miro angustiada y pronunció en forma de predicción que veía una muerte en alguien cercano a mi, yo me asusté le pregunté si se trataba de mi familia o algo así, pero ella me negó, bajo su mirada a un cajón de su escritorio, lo abrió y saco un tarot, lo barajeo por unos segundos, me dijo que eligiera una carta, yo elegí la que más me llamara, ella la tomó, la miro, después me la mostró, era la carta de 𝓛𝓸𝓼 𝓐𝓶𝓪𝓷𝓽𝓮𝓼.

Supe al instante que quería decir, sin pensarlo corrí lo mas rápido que mis piernas, me permitieron, tenía el viento rozando mis mejillas, hacia tanto frío que se sentían como cuchillos, corrí hasta el restaurante donde ella trabaja, pregunté por ella: la respuesta fue que habían llegado dos personas muy enojadas en un auto rojo cuyo modelo no recuerdo, pero que estaban muy molestos, la tomaron de pelo, le preguntaron donde estaban sus cosas y que ahora se dirigían a ese lugar; di las gracias y de nuevo corrí pero ahora a casa, con algo de suerte les encontraría aun.

A lo lejos observé el auto, ese maldito auto, cuando estuve mas cerca, mire a mi amada gritando por ayuda, me acerqué pero antes de que pudiera hacer algo para sacarle del auto como romper el vidrio, sentí algo impactar mi cabeza, oí un sonido agudo por un momento, sentí el sabor metálico en mi boca y el impacto del suelo. 

Un grito a lo lejos y después un motor que poco a poco se desvaneció junto con mi conciencia.

Desperté en mi cama, no se como había llegado ahí, pero ahí estaba, sola, se habían llevado a mi chica, lejos de mi, a aquel asqueroso pueblo en donde probablemente seria maltratada o tal vez ejecutada, ya no era la edad media pero aquel estúpido pueblo seguía atrapado en esa época.

Y ahí estaba, tendida en nuestra cama con la cara llena de  lagrimas y de sangre seca.

Me levante y camine a el baño, nada tenia sentido ahora, sin pensarlo, llene la bañera de agua, entre en ella.

No sabría decir si era la tristeza la que ahora inundaba mis pulmones y presionaba mi pecho o era el agua, no lo se, lo que se es que ahora no siento nada, y solo vuelo alto.

˚ ༘♡ 𝑺 𝑪 𝑨 𝑹 𝑬 𝑪 𝑹 𝑶 𝑾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora