IN THE DARK (Segunda versión)

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Una figura parada en un callejón, la misma escena diferente persona.
Su cabello negro, lacio, escondía el secreto de sus lágrimas silenciosas y dolorosas al compás del viento frío en la poca iluminación.
Si te acercabas a ella podías ver su expresión sería, perdida en el vacío. Mirando a la nada.
Su ojo derecho estaba marcado por un enorme moreton al igual que sus labios resecos y partidos por el frío.
Su mejilla derecha tenía la marca de la mano del hombre que debería de amarla y cuidarla, puras mentiras.
Recordó la primera vez que estuvo ahí y comenzó a llorar sin control, su vida había empeorado.

Recordó el fuego, el olor a muerto y lo recordó a el, hace mucho que no sabía de el, después de sentir su corazón latir y de escuchar las bellas palabras que soltó a el aire esa noche que las estrellas se quemaban sobre sus cabezas ambos habían seguido con sus caminos y no habían vuelto a cruzar miradas, eran desconocidos de nuevo.
Sus lágrimas no pagaban de salir derramadas sin control por sus ojos negros.

Tanta gente que tenía alrededor y tan sola que se sentía, tan sola que estaba, tan rota tan perdida tan lejos de si misma.

Desearía no ser tan idiota, tan soberbia, tan narcisista, desearía nunca haber besado el espejo cuando estaba sola.
Se recargo en la pared de piedra, y se dejó caer a el suelo.

Debería de unirse a todos esos pensamientos intrusivos que le cantaban canciones para dormir todas las noches, al fin les haría caso.
Camino a la tienda de abarrotes más cercana en dónde compro una bebida energética en lata y regreso a el callejón.
Ahí bebio de un trago todo el contenido, recordó que sus llaves eran lo suficientemente filosas para roper la lata y eso hizo hasta que tuvo un lado afilado de la lata a su disposición.
Lo pensó dos veces tal vez tres pero no habia vuelta atrás.

Tomo aire y paso rápidamente la lata por su brazo, poco a poco su piel le abrió paso a un corte profundo, a ese líquido escencial de la vida.
Comenzó a llorar de nuevo ante el ardor que esto le había causado era una herida grande y no podría arrepentirse.

No podía arrepentirse.

Se dejó caer en el suelo con los ojos lagrimeando, miro por última vez el cielo estrellado, se pregunto si alguien la encontraría en la mañana, tal vez no.
Queria estar con las estrellas y por fin lo logro.

˚ ༘♡ 𝑺 𝑪 𝑨 𝑹 𝑬 𝑪 𝑹 𝑶 𝑾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora