Pov Leticia.
Fue una mañana como cualquier otra, me levanté temprano y bajé a la cocina para encontrarme allí con la mujer que me había criado.
- Buenos días nana.
La dulce señora me regaló una sonrisa muy sincera, ella me había cuidado desde que yo era muy pequeña ya que mis padres nunca estaban en casa.
Nana: - Buenos días señorita, ¿ha descansado bien?
Mi nana dejó un plato lleno de comida sobre la mesa, yo simplemente asentí ante su pregunta y me senté ante el plato mirándolo fijamente.
Nana: - Señorita, coma antes de que se enfríe.
Comencé a comer y en cuanto terminé subí a mi habitación y me encerré en el baño y empecé a meter mis dedos en mi boca provocandome alguna que otra arcada.
- No puede ser...
Realmente ya estaba más que acostumbrada a hacer esto, como de costumbre comencé a vomitar, en cuestión de segundos empecé a sentirme mareada, me levanté como pude y fui hacia mi cama, poco antes de llegar me caí al suelo y empecé a verlo todo muy borroso y a escucharlo todo distorsionado.
Nana: - ¿Señorita? ¡Señorita! ¿Me oye?
En ese momento dejé de escuchar nada y lo vi todo en negro.[...]
Me desperté y lo primero que escuché fueron unos pitidos, abrí los ojos para encontrarme con la habitación de un hospital.
Nana: - ¿Señorita?
Vi a mi nana acercarse a mi.
- ¿Nana? ¿Qué ha pasado?
Los ojos de mi nana estaban inchados por lo que supuse que había estado llorando por un buen rato.
Nana: - No lo sé señorita, le encontré tirada en el suelo y no respondía por lo que llamé a sus pa...
- ¡No! ¿Has llamado a mis padres?
Mamá: - Si, nos ha llamado.
Inmediatamente me giré para encontrarme a mis padres con cara de pocos amigos.
Papa: - ¿Cómo se te ocurre Leticia? ¿En qué estabas pensando?
Bajé la cabeza a mis manos mientras mis padres seguían regañandome, al menos hasta que fueron interrumpidos.
X: - ¿Leti?
Me incorporé lo suficiente como para poder ver a mi mejor y única amiga.
- ¿Shei?
Cuando estuvo lo suficientemente cerca me dio un pequeño golpe en la cabeza.
Sheila: - ¿Estás loca? ¡Tú quieres matarme de un susto!
Mi mejor amiga comenzó a gritar y se movía de un lado a otro como una histérica.
- Ya está bien Shei, ¡me estás poniendo nerviosa!
Mi mejor amiga se paró al instante.
Sheila: - Vale, ya está, lo importante es que estás bien y pronto volverás al instituto.
Sheila se acercó a mi sonriendo y mis padres se miraron entre ellos, ya sabía que algo iba mal.
Mamá: - Sheila cariño, tenemos que hablar con Leticia, ¿podrías dejarnos solos?
Mi mejor amiga me miró y yo le asentí sonriendo.
Sheila: - Nos vemos pronto, no me hagas esperarte por mucho tiempo idiota.
Sheila salió de la habitación junto con mi nana, dejándonos así a mis padres y a mi solos.
Mamá: - No nos andaremos con rodeos Leticia, no estás bien, no es la primera vez que haces esto y lo sabemos, pero esta vez te has pasado, hemos decidido llevarte a un centro para que te cures...
- ¿Cómo? No me podéis hacer esto.
Papá: - No tenemos otro remedio, además de que nosotros no te estamos haciendo nada, tú sola has conseguido esto.
Sin decir nada más mis padres salieron de la habitación, comencé a llorar, no podían hacerme esto, a penas tenía 16 años...[...]
Ahí me encontraba, a las puertas de aquel pobre edificio que sentiría y sería mi mayor pesadilla...
Mamá: - Vamos Leticia, tu padre y yo tenemos que irnos a una reunión y queremos dejarlo todo listo antes de irnos.
Mi madre entró al edificio junto a mis padres y los botones que había contratado para que se encargaran de mi mudanza, mi nana se acercó a mí y me abrazo, soltando un largo suspiro y aguantando las lágrimas entramos al interior.Pov Aitor.
Silvia: - ¡Aitor! ¡Despierta! Vamos, tengo hambre, no seas gandul.
Mi pequeña hermana estaba encima de mi cama saltando como de costumbre mientras gritaba para que me levantara.
Silvia: - Creo que tortitas estaría bien.
Dejó de saltar por un momento, pero enseguida comenzó a saltar de nuevo.
- Maldita mocosa, verás cuando te coja.
Mi hermana salió corriendo mientras gritaba de mi habitación, salí detras de ella persiguiendo la por toda la casa hasta que conseguí alcanzarla y empecé a hacerle cosquillas.
Silvia: - ¡Aaaah! ¡No, Aitor para, me voy a mear, PARA!
- Uy no, que asco mocosa.
Acabamos los dos tirados en el suelo riendo.
Silvia: - Sigo teniendo hambre, ¿me haces tortitas?
Silvia puso cara de niña buena mientras me hacía un puchero.
- ¿Como decirle que no a esa cara? Vamos anda.
Silvia se subió a mi espalda y llegamos a la cocina, la dejé sentada en la encimera para que así estuviera quieta.
Silvia: - ¿Hoy vendrá mamá?
Seguí mirando la sarten donde había puesto la masa.
- Supongo, no lo sé.
Saqué un par de tortitas para que comiera.
- Termina rápido o llegarás tarde al colegio.
Subí a mi habitación para cambiarme, cuando bajé mi hermana estaba intentando hacerse una coleta.
- Deja, ya lo hago yo.
Con toda la delicadeza que pude pasé el peine por el pelo de mi hermana quitando los posibles nudos, finalmente agarré con la goma su pelo en una coleta alta.
- Listo.
Salimos de la casa hasta llegar a la parada del autobús.
- Ahí está tu autobús, sube ya.
Silvia se alejó corriendo y se paró en la puerta del autobús.
Silvia: - ¡Adiós lelo, nos vemos!
Me sacó la lengua y se metió al interior.[...]
Entré al aula donde tenía clase y me senté al lado de mi mejor amigo.
David: - Hey hermano, ¿dónde estabas? Pensaba que no ibas a venir.
Simplemente me dediqué a encogerme de hombros.
David: - Es igual, está tarde vamos a ir todo el grupo a los pisos, ¿vas a venir?
Me quedé callado por unos segundos mirando a alguna que otra chica de mi clase, las cuales no me quitaban ojo de encima.
- Me pasaré un rato sí, ¿van a ir chicas?
David: - Por supuesto hermano, no nos falles.
El profesor entró en clase y todos comenzaron a ocupar sus lugares.[...]
Christian: - Ese día acabamos muy mal, menos Aitor, el mamón aguantó más que ninguno.
Todos mis amigos, incluidos yo empezamos a reírnos recordando aquel día, estabamos en el bar al que solíamos ir a pasar el rato contando cosas que hicimos para nunca olvidarnos.
Sergio: - Es verdad, tienes que contarnos tu truco para aguantar tanto hermano.
Con mi mano cerré mi boca con una llave imaginaria.
- Es un secreto tío, eso no se cuenta.
Los chicos empezaron a quejarse cuando David se levantó de golpe.
David: - Eh, eh, eh, ¡mirad eso! Tremenda chica, ¿quién va a ir?
Con el brazo apoyado en el respaldo de mi silla miré a la chica, para mi gusto un tanto refinada.
Christian: - Seguro que es Aitor quien termina llevándose la.
- Paso de esta tío, no es de mi gusto...
Mis amigos intentaron ligar con ella, pero la chica rechazó a todos.
Luis: - Que estirada, no quiso darnos el número a ninguno, ni siquiera te miró a ti Aitor.
Yo me encogí de hombros restándole importancia.
Sergio: - Creo que esa es la chica nueva, he oído que viene de Francia.
Mis amigos se pusieron a hablar de la chica y yo desconecté por completo.
David: - ¿Qué piensas tú Aitor?
Miré a mis amigos ya que no sabía de qué estaban hablando.
- Pienso que... Me voy a ir yendo ya, nos vemos tíos.
Me despedí de ellos y empecé el camino a mi casa.Pov Leticia.
No me había equivocado, esto iba a ser una pesadilla, mi habitación era blanca, parecía un hospital y encima tendría que compartir la habitación con otra chica.
- ¿No puedo quedarme en casa? Este sitio no me gusta...
Mamá: - No Leticia, tienes que curarte para poder volver a casa.
- Pero...
Mamá: - No Leticia, no se habla más, ahora nosotros nos vamos.
Mis padres se fueron, solamente se quedó mi nana para terminar de guardar mis cosas en el armario.
- Que horror...~°~
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os guste 💙
~°~

ESTÁS LEYENDO
Cruda realidad.
RandomEl mundo, lleno de desastres, ella, llena de lujos y una vida fácil, él, viviendo en la miseria teniendo que salir adelante solo.