Capítulo 6.

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POV Leticia.
Me sentía demasiado nerviosa, me temblaba todo el cuerpo y podía sentir como mis manos comenzaban a sudar.
Verónica: - Venga Leti, no me digas que estás nerviosa ahora, llevas semanas quedando con él, ¿por qué hoy sería diferente?
- No lo sé, pero estoy muy nerviosa, por primera vez vamos a ir a un lugar donde hay tanta gente, gente de nuestra edad y...
Escuché que mi amiga comenzó a reírse y le lancé un cojín.
Verónica: - Maldita infantil, si no te vas ya se te hará tarde y dudo que te guste hacerle esperar.
- Mierda... Me voy, pero esto no ha acabado aquí.
Salí prácticamente corriendo de la habitación, poco más y me caigo por las escaleras, al llegar a la entrada vi que Aitor ya me estaba esperando apoyado sobre una moto.
Espera, ¿qué? ¿Una moto? No, no, no y no, me niego.
Aitor: - Hey, ya pensaba que no ibas a venir.
Aitor me regaló una de sus sonrisas, como de costumbre y bastante indecisa me acerqué a él y le saludé con dos besos.
Aitor: - ¿Sucede algo? Te veo rara.
- Emm no, es solo que... Nunca he montado en una moto.
Con una de sus manos se removió un poco el pelo mientras reía por lo bajo.
Aitor: - Por eso no te preocupes, seré amable contigo.
Se acercó a mí y me puso el casco, comenzó a ponerme los seguros y comprobar que todo estaba bien puesto y al terminar dio un pequeño golpe a la parte superior del casco.
Aitor: - ¿Ves? Es seguro, ahora sube.
Se subió y extendió una de sus manos para ayudarme a subir.
Aitor: - Me tienes que abrazar, de lo contrario podrías caerte.
Hice caso a lo que me dijo y rodeé su cintura con mis brazos, no le veía, pero sabía perfectamente que estaba sonriendo.

POV Verónica.
No podía creer que una de mis mejores amigas estuviera quedando con uno de los chicos más populares y mujeriegos de mi instituto, pero debo de admitir que Aitor era totalmente diferente cuando estaba con Leticia, este Aitor me caía mejor, sobre todo desde que me debía un favor a cambio de mi silencio.

Flashback.
De nuevo en este insufrible lugar, rodeada de chicas y chicos con las hormonas por las nubes.
Estaba caminando por los pasillos cuando vi a lo lejos a Aitor con sus amigos y que una chica estaba muy pegada a él.
Maldito cerdo...
Me acerqué lo suficiente para que él me pudiera ver y le hice una señal, tardó unos segundos en entender la señal, pero finalmente se alejó de su grupo y la chica no dejaba de mirarle, nos encontramos en la biblioteca ya que apenas había gente.
Aitor: - ¿Qué quieres Verónica? Sabes que no nos pueden ver juntos en el insti.
- No te creas tanto pequeño narcisista, solo vengo a cobrar mi favor.
Aitor: - Espera, pero yo aún no pensé en nada, osea sí pensé, pero no se me ocurrió nada.
- Se acabó tu tiempo querido.
Aitor: - Pero no le puedes decir nada a Leticia, le destrozarás...
- No voy a hacer tal cosa, pero me debes un favor y yo tengo una idea sobre algo, sé que tienes muchos contactos y que me podrías ayudar, quiero entrar en el equipo de animadoras  y en breve son las pruebas de acceso por lo que...
Aitor: - Quieres que te enchufe.
- Exacto, más o menos, sé que tengo el talento suficiente para estar ahí, pero las chicas la tienen tomada conmigo.
Aitor: - No voy a preguntar la razón de porqué las chicas la tienen tomada contigo, no tenemos esa confianza, pero creo que si podré hacer que entres al equipo, aunque me costará un par de citas con unas cuantas chicas...
- ¿Lo tomas o lo dejas?
Aitor: - Lo tomo, lo tomo, no te preocupes, entrarás en el equipo.
- Perfecto, ahora si me disculpas me iré a mi clase.
Sin decir nada más cada uno nos fuimos por nuestro lado.
Fin de flashback.

Gracias a él ahora estoy en equipo de animadoras, pero las chicas me siguen molestando bastante.

POV Aitor.
No podía evitar sonreír durante el camino, el simple hecho de tener a Leticia cerca me alegraba el día, por muy malo que hubiera sido horas antes de estar con ella.
- Bueno, ya hemos llegado, puedes soltarte, si quieres claro.
Ella se soltó enseguida y dio un leve golpe en mi espalda lo que hizo que se me escapara una pequeña risa.
- Ven, dejaremos los cascos en las taquillas.
Ella caminaba a escasos pasos por detrás de mí.
- ¿Dónde quieres ir primero? 
Leticia: - Este sitio es enorme, no sé por donde empezar, quiero montar en todo.
Sin darme cuenta estaba sonriendo, Leticia parecía una niña pequeña.
- No vienes muy a menudo al parque de atracciones, ¿verdad?
Leticia: - La verdad es que no, mis padres siempre estaban demasiado ocupados como para salir conmigo, al menos de que fueran comidas de la empresa, a Sheila le da miedo la mayoría de las atracciones por lo que siempre íbamos al cine.
- El cine es buen plan, quizás para la próxima vez
Pude notar como sus mejillas cogieron algo de color.
Leticia: - Oh, oh, vamos ahí por favor.
Señaló una de las montañas rusas y antes de que pudiera darme cuenta me estaba estirando del brazo arrastrándome hacia allí.
Después de subir en varias atracciones acabé un tanto mareado.
Leticia: - Venga, muévete, no seas flojo.
- Ey, ey, ey, cálmate pequeño tormento, si no quieres que eche los intestinos dame un pequeño respiro, vamos a tomar algo mientras.
Hizo un puchero y se cruzó de brazos.
- Te compraré lo que quieras, pero enserio dame un descanso.
Leticia: - De acuerdo, pero luego volvemos a las atracciones.
- Te lo prometo.
Fuimos hacia uno de los puestos y miré al cielo, no me di cuenta de cuando comenzó a oscurecer.
- Yo quiero una bolsa de palomitas dulces, ¿tú?
Se quedó mirando por unos segundos el puesto hasta que sonrió y me miró.
Leticia: - Una paleta de caramelo.
Reí al ver su sonrisa, la cual me pareció demasiado tierna.
- De acuerdo, pues una bolsa de palomitas dulces, una paleta y dos botellas pequeñas de agua.
Se cruzó de brazos bastante molesta cuando me negué a que ella pagara, pero se le pasó cuando le di la paleta, estuvimos un largo rato hablando y riendo, sacando alguna que otra foto el uno al otro, al menos hasta que se levantó sin decir nada.
- ¿Dónde vas?
No me respondió, pero a los pocos minutos llegó con dos grandes algodones de azúcar.
Leticia: - Esto es para ti.
Me dio uno de los algodones y se sentó frente a mí.
- Gracias.
Leticia: - ¡Oh, mira! 
Señaló una cabina de fotos.
Leticia: - ¿Quieres?
Su forma de preguntármelo me recordó a mi hermana, por lo cual no me pude negar.
- Vamos anda.
Nos metimos en la pequeña cabina y estábamos bastante juntos, empezó a sacar fotos y Leticia y yo hacíamos los tontos, en una de las fotos trató de quitarme de mi algodón de azúcar.
- ¡Hey! Es mío.
Ella se rió sin hacerme mucho caso, salimos y cogió la tira de fotos.
Leticia: - Haré una copia y te la daré.
- Me parece bien.
Miré a la noria y me recordó a cuando era pequeño.
- ¿Te dan miedo las alturas?
Leticia: - No, ¿por qué?
Señalé a la noria.
- ¿Quieres subir antes de que nos vayamos?
Ella asintió frenéticamente con la cabeza mientras que intentaba comer del algodón.
- Vamos entonces.
Subimos a la noria uno enfrente del otro mientras nos manteníamos callados comiendo de los algodones, según subíamos notaba como me golpeaba la suave brisa en el rostro y como mecía el pelo de Leticia.
- Espero que te lo estés pasando bien.
Leticia: - Por supuesto, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien.
Por un momento me había olvidado por completo sobre sus problemas alimenticios.
- Eso realmente me alegra.
Estando en la parte más alta de la noria la atracción se paró y apenas pude escuchar lo que los altavoces decían.
X: - Lamento informarles que hemos tenido un pequeño problema con la atracción, pedimos disculpas y que por favor mantengan la calma, gracias.
Leticia: - Perfecto, tendremos que esperar un buen rato aquí, al menos tenemos algo de comida, bebida y unas vistas increíbles.
Miré a mi alrededor y vi que tenía razón, no había prestado demasiada atención a mi alrededor, estaba demasiado ocupado admirando a Leticia.
Oh mierda...

POV Leticia.
No me molestaba tener que esperar, las vistas eran muy bonitas, la brisa agradable y la compañía adecuada, al menos no tenía que estar con un desconocido.
Espera, ¿qué dijiste? La compañía...
- Ssssh calla.
Aitor me miró un tanto confundido, perfecto, pensará que estoy loca.
- Lo siento, no te lo decía a ti...
Sin entender muy bien la razón se puso a reír, se levantó y se sentó a mi lado.
- No deberías moverte, podrías hacer que nos caigamos.
Él le restó importancia.
No lo puedes negar, te gusta Aitor...
Oh mierda...
Le miré y él se estaba acercando a mí muy lentamente hasta que nuestras caras quedaron a escasos centímetros la una de la otra...

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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os guste 💙
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