Pov Aitor.
Llamé a los chicos para que vinieran a mi casa ya que estaba demasiado nervioso, estaba dando vueltas por toda la casa.
- ¡Agh! Juro que cuando venga mataré a esa niña...
Fui a mi habitación y saqué el paquete de tabaco que guardaba en mi mesilla.
- Esto es por tu culpa...
Encendí uno de los cigarros y me senté en mi cama, no sé bien para que ya que sonó el timbre de la puerta.
- ¡Voy!
Al pasar por el salón dejé el cigarro en el cenicero, abrí la puerta para encontrarme con mis amigos.
Luis: - ¿Qué pasa tío?
- Entra, ahora os cuento.
Mis amigos entraron detrás de mí, cogí el cigarro y me lo acerqué a la boca para darle una calada.
David: - Algo te pasa hermano, estás fumando.
Todos mis amigos me miraron fijamente sin decir nada, Solté el humo junto a un largo suspiro y miré a la puerta de mi casa.
- Si, creo que pasa algo con Silvia, está rara.
Christian: - Es una niña, ¿qué puede haber más raro?
Sergio le dio una colleja y Christian empezó a acariciar su nuca.
Christian: - ¡Te has pasado tío!
Sergio le lanzó una mirada asesina y Christian se calló.[...]
Los chicos se quedaron conmigo intentando distraerme, pero yo no paraba de pensar en mi hermana, sin darme cuenta se escuchó cerrarse una puerta, me giré para encontrarme con Silvia yendo hacia su habitación.
- ¿Dónde crees que vas?
Silvia: - A mi habitación.
- De eso nada.
Me acerqué a mi hermana la cual no me miraba a la cara.
- ¿Se puede saber dónde has estado?
David: - Esto... Nosotros nos vamos ahora, luego hablamos tío.
Sin decir nada más todos mis amigos se fueron y volví a mirar a mi hermana una vez que la puerta se cerró.
- Contesta Silvia.
Silvia: - Estuve en casa de Claudia.
- ¿Y el coche al que te subiste?
Silvia: - Es el de los padres de Claudia, pasaron a recogerme.
- Claudia vive a una calle de aquí, ¡no me mientas Silvia!
Silvia: - No tengo porque darte explicaciones, no eres mi padre.
Antes de que pudiera decirle nada se fue y me volvió a cerrarme la puerta de su habitación en la cara una vez más.
- ¡Joder!Pov Leticia.
Había estado hablando por horas con Verónica y ya le había cogido mucho cariño.
Verónica: - Te lo prometo, yo te ayudaré a que estés mejor y puedas volver a clases con tus amigos.
Por un segundo me quedé mirándola fijamente muy seria sin decir nada.
Verónica: - ¿Pasa algo?
- No, no, es sólo que... Sheila es mi única amiga.
Verónica abrió la boca muy sorprendida.
Verónica: - ¿Cómo es eso posible? ¡Si eres adorable!
Verónica se acercó a mí y me agarró las mejillas.
- ¡Vero! ¡Mis mejillas!
Ambas comenzamos a reír cuando por fin me soltó.
Verónica: - ¿Por qué no te vienes a mi nuevo instituto? No es de tu estilo, pero quizás sea mejor para ti.
Me encogí de hombros y cambiamos de tema, nos pusimos a ver películas en mi portátil hasta quedarnos dormidas.[...]
Ya habían pasado unos días y realmente no estaba tan mal, el ambiente era muy cálido, nos ayuda amos entre todos, había gente de todas edades, desde niños pequeños hasta personas que podrían ser mis abuelos.
Verónica: - ¡Leti!
Me giré para encontrarme con mi amiga.
- ¿Cómo te fueron las clases Vero?
Verónica: - Bien, pero muy aburridas, por eso quiero que te vengas, además, los chicos no me dejan tranquila, solo quieren invitarme a fiestas, si vienes al menos no me molestaran tanto...
Verónica me hizo un puchero y se agarró a mi brazo.
- ¿Cuál es el problema de que los chicos liguen contigo? Porque yo no lo veo.
Mi amiga me miró mal por unos segundos para luego apoyar su cabeza en mi hombro.
Verónica: - Sólo es que no quiero un novio.
Las palabras de mi amiga me sorprendieron pero decidí no decirle nada.
- Voy al jardín a leer un rato, ¿te vienes?
Verónica negó con la cabeza.
Verónica: - En 2 días tengo examen de física, debo estudiar, otra vez será.
Me despedí de mi amiga y me fui al jardín, me senté en una silla y empecé a leer con los auriculares puestos mientras escuchaba música.Pov Aitor.
El team
Luis: - Nos vemos hoy
en el bar o q?
Christian: - D1 hermano,
hay nos vemos.
David: - M sangran los
ojos Chris, escribe bn, ahí
nos vemos loco.Después de leer los mensajes de mis amigos froté mis ojos por unos segundos.
El team
- No puedo, tengo que
cuidar de mi hermana,
otro día será.David: - De eso nada,
vente un rato tío.- No puedo tío, otro
día, chao.El móvil seguía sonando peor lo estaba ignorando por completo, era mentira que tenía que quedarme con mi hermana, pero no me apetecía ir con ellos.
- ¿Silvia?
No recibí respuesta alguna por parte de mi hermana por lo que supuse que no estaba, cogí mi chaqueta y salí de la casa.
- No me acuerdo del camino...
Empecé a caminar dando un paseo, después de una media hora logré encontrar el sitio.
- Sigue igual que hace unos meses...
Entré am viejo edificio donde solía pasar micho tiempo con los niños pequeños, este centro de ayuda era mi refugio.
Recepcionista: - Cuanto tiempo Aitor, da gusto volverte a ver.
Le regalé una sonrisa a la joven de recepción y seguí mi camino, me encontré con algunos de los niños con los que solía jugar.
Niños: - ¡Aitor!
Se abalanzaron sobre mi haciéndome caer.
Nuria: - Te hemos echado mucho de menos, nos alegra verte.
- Yo también os he echado de menos enanos.
Estuve un rato jugando con ellos hasta que estaba agotado, decidí tomarme un descanso.
- En un rato vengo, lo prometo.
Salí de la sala de juego y me fui a la máquina dispensadora.
- Esto servirá...
Metí un par de monedas y tecleé el número de mi comida, esperando a que el producto cayera, una vez lo cogí me fui al jardín.
- ¿Quién es ella?
Vi a una chica leyendo y me dio curiosidad, me acerqué y me senté cerca de ella.
- Hey.
Esperé unos segundos, pero no obtuve respuesta.
- ¿Hola?
No obtuve respuesta de nuevo, algo molesto miré a los lados, pero no había nadie para hablar y yo me aburría, miré de nuevo a la chica y pude ver el cable del auricular que le llegaba a la oreja.
- Debía ser eso.
Me acerqué un poco más a la chica y le quité el auricular, esta se sobresaltó un poco pero no le tomé importancia.
- Eres nueva, ¿verdad?~°~
Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os guste 💙
~°~
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Cruda realidad.
De TodoEl mundo, lleno de desastres, ella, llena de lujos y una vida fácil, él, viviendo en la miseria teniendo que salir adelante solo.