XII: Francia

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XII: Francia.

Narcissa sabía en qué se metía cuando conoció a su esposo.

Sabía que podía ser todo un hombre de negocios, serio, refinado, calmado, amable y también un seguidor de un brujo lunático que casi le quita a su hijo y su felicidad. Así mismo, también sabía que era un hombre con honores, amable, comprensivo, coqueto (solo con ella), atento y ponía principalmente a su familia.

Ambas facetas le encantaba.

Pero debía admitir, que la que más le agradaba era el echo de que (prácticamente) adoptara a los pequeños Potter.

Amaba a su esposo.

Pero también quería golpearlo.

De no ser porque se veria mal, lo haría, pero su paciencia estaba llegando a un cierto límite que su amado Lucius había pasado hace siglos atrás.

- ¡Lucius, cálmate ya!

- ¿Qué me calme dices? ¡Es inaceptable!

- Es un adulto.

- Y nosotros sus padres, debemos de hacer algo al respecto. Scorpius, ayudaremos.

El rubio sonrió antes de salir del despacho de su abuelo al cerrar la puerta solo oyó un golpe sordo, prefirió no preguntar, se encontró con Teddy, James, Albus y Lily esperándolo en su habitación.

- Aceptó.

- ¡Inicia el plan A!

Grito feliz James.

Y Scorpius entendió, que ya no había vuelta atrás.

°°°

Cuando regresaron, fue en la noche. Justo a tiempo en la cena, Draco lo había obligado a acompañarlo a sus reuniones, sólo ese día. Al siguiente, saldrían, conocerían y después harían algún picnic o algo similar para matar el tiempo.

- Harry.

El mencionado sonrió antes de volver a estrechar su mano con Lucius, apenas iba a hablar cuando Narcissa se acercó a darle un abrazo afectuoso que regresó de vuelta.

Era una sensación de sorpresa, pero, a Harry le gustaba estar ahí. Era como si corazón le dijese que eran su familia, la sensación era tan satisfactoria que empezaba a pensar en ellos como tal.

Sí a sus catorce años le hubieran dicho que estaría perdidamente enamorado de Draco Malfoy y que sentía a Lucius y Narcissa como su familia, se hubiera reído tanto en la cara del lunático que lo dijera.

Que raro actuaba el destino como para emparejarlo con aquel que antes detesto con todo su corazón y ahora, simplemente lo amaba.

- Queremos hablar contigo.

- Claro.

Draco veía a distancia, ya no le importaba mucho que su padre se saliera con la suya, al final, también salía beneficiado. Pero ver su madre también ahí, algo se activo en su cuerpo, como si fuera una sospecha.

Se puso de pie, pero Teddy lo entretuvo bastante. Tanto, como para que al girarse, viera a Harry sonrojado hasta las orejas, nervioso y a sus padres reír.

Algo, definitivamente, estaba pasando. Y él iba a descubrirlo.

°°°

Algo de lo que a Lucius le gustaba más que burlarse de Draco o Harry, incluso de Scorpius y su relación con Albus o de Teddy y James. Era pasar tiempo con Narcissa y los pequeños roedores que lo visitaban y llenaban su casa, haciéndolo sentir contento.

Don't Let Me Go [Libro 2, Drarry/Harco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora