Tatuado en mi corazón

capítulo 4

Me duele la cabeza, debo acordarme de no comer chocolate en la noche (el chocolate me da nerviosismo si lo como en la noche y no puedo dormir). Me levanto y veo mi reflejo en el espejo, estoy pálida, ya tengo 3 meses trabajando con el Dr. Dylan, los niños son un amor me he encariñado con ellos.  El Dr. Dylan es todo un caballero y Judith es muy amable, viajan mucho, hace 2 semanas me dejaron a los niños un miércoles, tuvieron que salir y la niñera que los cuida en la semana se enfermó. Ayer estuvieron conmigo hasta las 9:30 de la noche y me obligaron a comer chocolate por eso me duele la cabeza, no descanse casi nada.

-Buenos dias- digo divertida viendo a Rose y a Ethan sentados muy juntitos para decir verdad

-Buenos dias

Ethan me guiña un ojo con complicidad

-Tienes cara de que no has dormido

-Si, eso, ayer comi chocolate- le digo a Rose a modo de explicacion

-¿Adivina a quien me encontre esta mañana en el estacionamiento?- dice Ethan molesto

-¿A quien?

-A quien va ser, al idiota de Raymond

Me atragante con la saliva, sabia que no se daría por vencido pero milagrosamente logro no darle importancia.

-Da igual, por mi como si viene con dora la exploradora

-Asi se habla

-Bueno nenes tengo una clase a las 8:00 me daré una ducha

La ducha no dura mucho y el día se me va volando, mañana nos llevaran al laboratorio a prácticar suturas en carne de cerdo. Estaba pensando en comprar un auto, me encantaría un Audi pero no se si me lo pueda permitir, no creo, será un auto mas barato.  Es cierto que el dr Dylan me paga muy bien por cuidar a sus hijos pero tengo otros gastos y quiero ahorrar y odio que mis padres se maten trabajando, que tengo 21 años yo puedo trabajas.

-Hola, te estaba esperando.

Oh no, esa voz no, no aqui. Me volteo lentamente y esta aconchado en su auto.

-¿Que quieres?

-A ti

-Mira pues. Eso quise yo hace años  pero mira no todos los sueños se cumplen.

-Ya porfavor nena no seas asi

-Enserio Raymond ¿A que has venido exactamente?

-La verdad es que te extrañaba

-Y ¿a que has venido entonces?

-Vine a por ti

-¿Por mi? ¿Porque? ¿Para joderme la vida de nuevo? ¡No! Dejame decirte que no dejaré que te acerques y me dejes tirada como siempre asi que olvidalo

Mi voz subía de tono cada vez mas y mis ojos empezaron a llenarse de lagrimas pero no, no iva a dejar que me viera llorar,  no de nuevo,  no por el.

-Porfavor tranquilizate mi amor, no sabes lo que he sufrido, mama pregunta mucho por ti ¿sabes? Le duele que ya no seas su nuera consentida te extraña demasiado por favor hablemos

-¿Y que se supone que hablaremos? Entiende Raynond entre tu y yo ya no hay nada.  Tu lo que quieres es tener muchos culos a tu disposición y creeme que el mio no lo tendras asi que ¿para que pierdes el tiempo conmigo?

-no,  te equivocas, yo te amo por eso estoy aqui rogandote como un perro, porfavor hablemos porfavor-

Su voz estaba quebrada y sus ojos llorosos, sus palabras entraban como un cuchillo en mi pecho ¿que no entiende que me lastima? ¿Que me duele? ¿Que mas quiere de mi?