En estos momentos siento que soy la persona más estúpida del mundo. Siento que no pinto nada aquí, que sobro... ¿Para que existo? Si sólo me quieren por mi cuerpo y ya está. Juegan con mi corazón como si fuera una muñeca de trapo, la utilizan, pero al poco tiempo la llegan a aborrecer, la desprecian o simplemente ya no la quieren porque esta rota. Mi caso.
Me llamo René Lepore, estudio en la universidad de Miami, y soy morena, con ojos azules, alta y de cuerpo normal. Mis padres murieron cuando solo tenia dos años, así que mi tío se hace cargo de mi. Me llevo muy bien con el, me ayuda con los estudios, y da buenos consejos, pero nadie me va a cambiar de idea, no se lo que me pasa últimamente, estoy triste y no me gusta. Todos los chicos dicen que tengo unos senos muy bonitos, pero me da igual. La verdad es que me da igual lo que opine la gente. He pasado por muchos problemas, todos se metían conmigo, y lo siguen haciendo, pero me da igual.
En el instituto paso la mayor parte del tiempo que tenemos de descanso en el aula con muchos de mi clase. Ellos a sus rollos y yo en los míos, no me gusta molestar. Hasta que un día un chico se acercó y me habló.
-Hola, soy Marcus Benet y tu eres René ¿verdad?- Dijo un chico alto con el pelo moreno, ojos verdes y complexión robusta.
-Hola, soy René Lepore, encantada- Dije mientras este echaba su mano.
-Soy un chico nuevo, acabo de llegar de Australia, la verdad que aquí se está a gusto ¿no?- Dijo con una sonrisa que dejaba ver sus perfectos dientes
-Sí, mejor que te acostumbres- dije con un tono de decepción.
-¿Porqué? ¿Qué pasa aquí?- Dijo con tono preocupado.
-Nada- Dije mientras bajaba la cabeza.
-Dímelo por favor, y te prometo que te ayudaré- Dijo mientras me acariciaba la mejilla y me levantaba la cabeza con sus dedos.
-Aquí todos son una 'manada' de buitres, solo saben criticar a los demás, lo que me hacen a mi, la verdad que no me siento muy segura aquí. Llevo 3 años así, y ya no tengo fuerzas, todo el mundo me rechaza, no me hablan, no me miran, y si lo hacen es para 'admirar' mis tetas. - hice el gesto de las comillas mientras las lagrimas recorrían mi cara.
-No llores, a mi no me ha pasado eso, pero se como te sientes, pero debes de confiar en ti misma, si quieres puedes ser mi amiga yo te ayudaré, te apoyaré en todo momento. Pero no llores preciosa- Dijo mientras me quitaba las lagrimas con el dedo, y me daba un cariñoso abrazo.
-Muchas gracias, me encantaría ser tu amiga.
- De nada, ya sabes, aquí estaré. -Dijo mientras me levantaba de la silla, y me abrazaba por segunda vez.
La verdad que no se a que vino eso, pero la verdad que ese chico me a caído muy bien, ya se que es guapo, pero no es por eso, me escucha.
