La hora de la verdad.

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Habían llegado hacía ya media hora, Raphael decidió encargarse de avisarle. Para los otros tres eso podía ser un alivio, pero prefirieron ir con él, pues sentían que también era culpa de ellos el no haber dicho algo.

Fueron al dojo, donde hallaron a su maestro meditando, ingresaron algo nerviosos y se sentaron frente a él.

Splinter abrió sus ojos y miró a los presentes, no había que ser un genio para saber que algo malo estaba sucediendo. Posó su mira en su segundo mayor y espero a que este le relatara todo.

Raphael por un momento no supo qué decir, pero al ver la suave sonrisa de comprensión de su padre, se tranquilizó.

Raph: se que debí decirle esto desde un principio, pero… no se si usted habría entendido lo que le dije… unos días después de que a Leo le pasara lo del rayo, empezó actuar extraño -lo miró apenas y luego suspiro- una noche se metió a mi cuarto y aunque trate de luchar el término violandome…

Splinter le miró con asombro, pero ahora podía entender porque su pequeño actuaba tan asustadizo. Suave le toma la mano y deja que siga.

Raph: -suave aprieta las manos de su maestro- después de eso nos usaba a mi y a Donatello… pero él pudo descubrir que era lo malo en Leo… 

Don: si, al parecer el día en que le impactó el rayo algo entró en él y desde entonces ha estado haciendo esto. Aunque ayer, pensamos que ya se había marchado, pero resultó que no fue así…

Raph: ahora está con Mikey y no sabemos dónde exactamente…

April: lo peor es que Leo aun esta allí dentro y trata con todas sus fuerzas de vencerlo, pero para ello necesita de nuestra ayuda…

Splinter: entiendo -suspira y los mira un momento- Donatello, encargate de encontrarlos. Raphael y Casey junten lo necesario incluido un botiquín. April, practicaremos para que trates de luchar con Leo desde adentro.

Casey: oigan, ¿no dijeron que él se volvía débil con Mikey, que a veces actuaba de una forma muy protectora?

Don: cierto, pero casi siempre es cuando el maestro está, lo revise en las cámaras, una sola vez fue que actuó así sin el maestro

Splinter: los demonios son sensibles ante la luz y su hermano es una gran luz…

April: si, pero dudo que en estos momento este aun brillando…

Casey: lo estará, Mikey es el más fuerte de todos en ese ámbito -sonríe-

Los presentes le miraron y sonrieron ante aquello, pues sabían que era verdad. Con más confianza se fueron a reparar todo, mientras April y Splinter practicaban.

Por otro lado el ente veía con cariño a la pequeña tortuga, por alguna extraña razón sentía algo extraño y por más que quisiera comprenderlo no podía.

En silencio salió de allí dejando con seguro la jaula, necesitaba alimento y aclarar un poco su mente.

Michelangelo despertó a los minutos, sentía su cuerpo pesado junto con un ligero mareo. Miró a su alrededor notando que nuevamente estaba allí, lentamemte su memoria le dejo ver la cruda verdad por la cual habia pasado.

Todo su cuerpo temblo de solo recordar aquella extraña tortura, pues sabia que de alguna forma habia disfrutado de ello.

Mikey con un poco de temor toco su ano sentiendo una pequeña corriente recorrer su cuerpo. Quito su mano y volvio a cubrirse con aquellas mantas, no le gustaba nada de lo que sentia en esos momentos y menos recordar aquellas dulces palabras que eso le habia dedicado.

Demonio azul (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora