Estoy en mi habitación, sentada en el borde de mi cama, miró por la ventana como una rama pierde la última hoja seca que le otoño se lleva... de pronto estas se abren, dejando entrar una ráfaga de viento que me envuelve en un susurro...
"ME LAS PAGARÁS LARA GREEN" susurraron en mi oído.
—¿Leyla? ¡Déjame en paz! —cubro mis oídos para no escucharla.
El aire comienza a faltarme, siento como presionan mi cuello, me retuerzo en mi cama, y sus ojos azules se hacen presentes ante mí.
«Hola hermanita...»
Muevo mi cuerpo con desesperación, intento respirar, no puedo. Alguien me llama. Alguien dice mi nombre. Mis brazos se sacuden y no soy yo quien los mueve.
De repente abro los ojos y me siento tratando de recobrar la calma y el oxígeno.
Miro desconcertada hacia todos lados, estoy en mi habitación, sola, no hay ventana abierta, no hay Leyla, mucho menos alguien diciendo mi nombre o tomándome de los brazos... completamente sola, bañada en sudor.
Tomo una ducha rápida, mientras que la secuencia de la pesadilla se repite en mi cabeza.
Me vestí con unos jeans algo ajustados, y un buzo grande y cómodo, era domingo el único día que no asistía a la universidad. Baje a desayunar mientras revisaba mi móvil.
«Dos llamadas de Dez y una de Brenda.»
Opte por llamar a Brenda, ya que, conociéndola un poco, debía ser importante, si no, no se hubiera molestado en mover un dedo.
—Hola Bren, me llamaste ¿Qué sucede?
— Mmm... hola... quería saber si podía ir a tu casa, es domingo y me aburro.
— Claro, claro, cuando quieras ven, aquí estaré.
— ¡Genial! Nos vemos en un rato.
Ni bien corte con Brenda, llamé a Dez.
— ¡Amigo!
—Ábreme, estoy afuera.
Guardé mi móvil y me dirigí a abrirle.
— ¿Qué haces aquí tan temprano? —pregunté mientras nos sentábamos en las banquetas altas de la cocina.
— Debo decirte dos cosas —se lo notaba serio.
— ¿Qué sucede? No me asustes.
—Tú mamá... estuvo en casa de mi madre...
Tambaleé en el asiento por la noticia, que casi caigo de espalda al suelo, gracias a los fuertes brazos de mi amigo no paso.
— ¿Qué? ¿cómo? ¿Por qué?
— Fue a contarle a mi madre las buenas noticias de nuestro reciente noviazgo.
— ¿Estas bromeando? —negó con la cabeza— no lo creo, te pido disculpas en nombre de mi madre.
— Tranquila Lara. No me molesta. Mira la falsa novia que me eché...
Mis mejillas se tornaron rosadas— ¿seguro que no te incomoda?
— No. A parte nos sirve para justificar el tiempo que pasaremos investigando... ¿no crees?
— Si, claro, servirá... lo otro que debes decirme ¿qué es?
Rasco su nuca algo nervioso— si eso... es una idea que se me ha ocurrido a mi... ¿por qué no jugamos a la Ouija?
Esta vez pegue un pequeño salto para bajar de la banqueta y no caer de bruces al suelo.
— ¡NO! No es un juego Dez, Leyla es peligrosa. Se lo que busca, en mis sueños extrañamente estoy a salvo, imagínate si... no, no puedo ni pensarlo.
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Destinos Diferentes.
Misterio / SuspensoLara y Leyla Green. Gemelas totalmente contradictorias. Un accidente termina con la vida de excesos de Leyla. Pero Lara, quien también estaba la tarde del trágico hecho, tiene una segunda oportunidad de regresar a la vida... Lara, no sabe la escalof...