Me siento débil, creo que tú igual. El blanco del techo es agobiante, siento que no hay salida. Aun no puedo creer que seguimos vivas, es un gran milagro. Por un momento dejé de creer que podía salvarte, parecía como si yo hubiera muerto mientras tu seguías viva.
Aun recuerdo el grito de tu madre, era como si sus cuerdas vocales se desgarraran de a poco... Primero fuerte, luego intermedio, después despacito... y al final, el sollozo.
Y el puño de tu padre, puff. Su mano chocando bruscamente contra la pared me asustó casi tanto como tu decisión.
Sinceramente, no puedo sola. Si quieres salir de esto, debes ayudarme a sacarte... juntas lo lograremos.
ESTÁS LEYENDO
Carta a ti misma.
Teen FictionHola... te conozco más que nadie ¿Por qué? Porque soy tú. No, no soy esa parte horrible que siempre te resalta tus defectos... cariño, soy esa parte que tú necesitas, la que te recordará cuantos motivos tienes para vivir. Te escribiré cada semana...