Respirar aire fresco es increíble, ¿No lo crees? Sé que tan solo pasamos una semana en el hospital, pero ver el mismo techo blanco sin ventanas alrededor es... estresante. Me gusta el recorrido que hacemos en el auto de tu papá para volver a casa, los árboles me hacen sentir libre aunque no pueda tocarlos, no sé porqué.
Escuchar a tu mamá cantar bajito como si solo ella se escuchara era muy bonito... pero ahora todos están callados, tristes... ¿Enojados? no, yo creo que sorprendidos.
-Unas horas después.-
Yo, en lo personal, creo que tocamos fondo, pero eso no significa que debamos rendirnos.
-Lo haces sonar fácil, pero sé que no lo es.
Claro que no es fácil, pero si intentamos seguir adelante dejando todo el dolor atrás con un poco de tiempo lo lograremos.
-No tengo ganas, en verdad que no.
¿Por qué? ¿No quieres ser feliz?
-Estoy cansada de luchar, cada día se vuelve más doloroso. Ya no me quedan fuerzas, solo quiero dormir para siempre.
¿No tienes miedo?
-¿Miedo? lo único que siento ahora es un dolor interno, psicológico. Es como algo que me come de a poco, me está matando, yo no lo hago.
Pero dejas que te mate.
-¿Qué más podría hacer?
Luchar por tu vida...
-¿Crees que es sencillo luchar por vivir mientras todos te dicen que es mejor que te mueras?
¿Qué esperabas? ¿Que la vida fuese siempre un lecho de rosas? Cariño, si no tuvieses subidas y bajadas no estarías viva.
-Quizás vivir no es para todos.
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Carta a ti misma.
Teen FictionHola... te conozco más que nadie ¿Por qué? Porque soy tú. No, no soy esa parte horrible que siempre te resalta tus defectos... cariño, soy esa parte que tú necesitas, la que te recordará cuantos motivos tienes para vivir. Te escribiré cada semana...