El fantasma Discord de París.

Festividad

Fluttershy se encontraba hecha ovillo debajo de la cama. Las pelusas se le pegaban en la ropa y en el cabello mientras contenía el aliento, segura de que era un buen escondite, de que si no hacía ruido, era probable que no la encontraran. Si pensaba que era una señorita, como Rarity, ¿cómo iba a pensar que se escondería en un lugar como ese?

Escuchó un crujido a lo lejos, quizá un golpecito. Calculó que se había escuchado muy cerca de la puerta. Pegó un brinco, pero eso fue todo: no escuchó más y pensó que quizá, solo quizá, todo le saldría bien. Entonces, el rostro cubierto por media máscara de Discord apareció de golpe. Su voz alta la hizo dar un brinco y golpearse contra la base de la cama.

-Ouch...

Discord no tardó soltar unas carcajadas. Lo bueno era que no podía asustarse por segunda vez.

-¡Pero en que lugar te has metido, Fluttershy! -exclamó divertido-. No es lugar para una señorita -bromeó y la ayudó a salir de ahí-. Oww... No caras tristes, querida. Si te hace sentir mejor, es difícil esconderse de mí. Lo mismo puedes esperar de Cosmos y Pinkie Pie. Además, fuiste la última -le susurró como si le confiara un secreto. Fluttershy sonrió aún con una lágrima en el ojo por el golpe-. Ahora ven, esta vez te ocultarás conmigo.

La hizo caminar adelante, con una mano en su espalda.

-¿Y bien? ¿A quién le toca ahora? -preguntó emocionada Rainbow Dash una vez que se reunieron con los demás-. Discord nos encontró a todos.

-¡¡A Cosmos!! -gritó Pinkie Pie hiperactiva y la empujó hasta la pared. Cosmos de inmediato comenzó a contar y Pinkie Pie corrió a tomar de la mano a Rainbow Dash para esconderse juntas.

-Ahora te mostraré -dijo Discord y la tomó de la mano.

-Cuando se trata de Cosmos, el pensamiento poco convencional es garantía -explicaba en voz baja mientras aún la llevaba de la mano -. Siempre que jugamos, ella y yo competimos, así que, está vez, nos esconderemos en un lugar completamente predecible -dijo mientras, aún de la mano, la hacía entrar en el baño más cercano-. Nunca nos encontrará. Sé que tú tampoco te ocultarías aquí.

Fluttershy escuchaba atentamente la explicación mientras se colocaban bajo la regadera. En efecto, Cosmos podía encontrarlos fácilmente con deslizar a un lado la puerta de cristal tallado.

-¿La ducha? ¿Estás seguro de que no nos encontrará? Seguramente nuestras siluetas se ven por el cristal.

-Quédate tranquila, querida. En el baño no hay donde ocultarse y por eso es el último lugar en el que revisará. Ahora, silencio -replicó entusiasmado, poniéndose el índice sobre los labios.

Se quedaron en silencio, Discord claramente divertido, como un niño, y Fluttershy retorciendo sus manos, con la ansiedad provocándole cosquilleos en las palmas. Lo jaló de la camisa oscura para que retrocediera junto con ella todo lo que pudieran.

Pasó menos de un minuto cuando escucharon pasos y la puerta se abrió de golpe, haciendo a Fluttershy sobresaltarse.

-¡Woa! ¡Jojo! -Discord fingió cubrirse con la toalla más cercana. Cosmos hizo una expresión pícara, mirándolo de arriba a abajo, como si estuviera desnudo-. ¡Cosmos! ¡No sabía que estabas tan ansiosa por verme en la ducha! Lamentablemente, ya tengo compañía -atrajo a Fluttershy de la cintura, que se ocultó detrás de su cabello.

-Esperaré mi turno, querido -le acarició el pecho con el dedo, haciendo una expresión algo ridícula-. Por ahora iré a encontrar a los demás -dijo coqueta y se fue.

Una vez solos, Discord se encogió de hombros.

-Un pequeño error de cálculo. Le pasa a los mejores. Como sea, te mostraré algo en lo que encuentran a los demás.