[ XIII ]

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Los rayos del sol colándose por la ventana y el cantido de las aves invadiendo la habitación, daban la bienvenida a un nuevo día de aventuras en la hacienda Luthor. Cerca de las ocho, Lena fue la primera en despertarse, acostumbrando sus sensibles ojos a la luz del día y suspirando mientras se hundía más contra los fuertes brazos que rodeaban su cintura hasta que algunos diez minutos después la responsable de ese agarre comenzó a removerse de a poco.

—Hey...buenos días señorita Luthor —dejo un beso sobre su cabeza. 

—Buen día Danvers —se giró para dejar un beso en sus labios. 

—Te ves aún más hermosa con los rayos del sol pegando en tu rostro —beso su mejilla al notar que se habían ruborizado ligeramente. 

—Mentirosa, no puedo verme bien si me acabo de despertar —frunció el ceño e hizo un puchero que Kara beso luego de pasarle un mechón detrás de la oreja.  

—Que recién despiertes no cambia nada porque en todas y cada una de tus facetas sigues siendo el ser más puro y hermoso de todo el universo.

—Dios, no tienes idea de cuánto te amo —dejo un suave y lento beso en sus labios a la par que de a poco en poco fue empujándola hasta recostarla contra la cama y montarse a horcajadas sobre ella. 

—Tanto como yo a ti, soy tan afortunada de tenerte —pronuncio Kara apenas se separaron por unos segundos.

Acto seguido, Lena la tomo por el cuello de la camiseta pijama y tiro de ella en busca de un beso mucho más profundo cargado de pasión que el anterior. En algún punto terminaron sentadas al medio del colchón con ambas recorriendo y acariciando cada rincón del cuerpo de la otra con un toque firme que les provocaba chispas.   

—No tenemos mucho tiempo para hacer lo que sea que estés pensando —declaro Lena al sentir a la rubia levantar las caderas. 

—Podemos hacerlo rápido —susurro en su oído, obteniendo una respuesta positiva por parte de la ojiverde.  

Continuaron besándose al mismo tiempo que Lena se iba encargando de soltar los botones en el pijama de Kara hasta dejarla al descubierto. De inmediato se separó para poder observar el cuerpo esculpido de la Kryptoniana con mayor detalle, pasándole ambas manos sobre el pecho que subía y bajaba por la respiración acelerada y posteriormente tocando el marcado abdomen. Lena era obviamente consciente del maravilloso estado físico de Kara e incluso llego a ver lo marcado de sus músculos cuando entrenaba, pero esta vez se trató de algo diferente, esta vez era un tacto más íntimo que Lena sabía nadie nunca antes había tenido el privilegio de tener. Y eso le encantaba.      

—¿A la pequeña Danvers le incomoda mi tacto? —preguntó luego de sentir a la rubia encogerse bajo su tacto. 

—Jamás. Es solo que provocas cosas que nunca espere sentir.

Para Lena saber que era la primera persona con quien Kara estaba experimentando todas esas sensaciones solo le hacía desearla con mayor intensidad, pero pensar en que sería la única... Rao, le hacía inflar el pecho con orgullo.  

—Déjame tomar experiencia, aplicar todos mis años de lectura e imaginación de situaciones como esta y haré que caigas a mis pies, Kara Zor-El. 

—Cariño, ya me tienes a tus pies ahh... —gimió, al sentir las manos de Lena haciendo contacto con su miembro aun cubierto por los pantalones.  

Lena enseguida le retiro el resto de las prendas y casi pudo escuchar el corto circuito en su cerebro al conseguir ver por completo el cuerpo de la Kryptoniana. Descendió por su cuerpo hasta quedar a la altura del pene, el cual comenzó a masturbar y lamer de a poco mientras sonreía victoriosa por los pequeños gruñidos que Kara iba soltando. 

—Aunque me encantaría ayudarte a descubrir lo que puedas hacer con esa boca —dijo Kara tomándola por los hombros y cambiando sus posiciones para dejar a la ojiverde recostada contra el colchón—. Tenemos una mañana ocupada así que hay que darnos prisa —acto seguido se encargó de desnudarla para luego alinearse y entrar en ella con algo más de velocidad a la usada la noche anterior.

—¡Ah, Kara! —gimió, aferrándose a los hombros de la rubia—. Puedes moverte, no vas a lastimarme, confío en ti.

Llego un punto en que los movimientos de Kara se volvieron ligeramente más bruscos y veloces que generaron un enorme placer en ambas partes. Lena enredo una mano entre los risos dorados mientras que Kara le sostenía una pierna envuelta contra su cintura y se apoyaba en una sola mano a la par que seguían batallando en un desastroso pero excitante beso. 

—No creo que pueda aguantar mucho tiempo —aviso la Kryptoniana. 

Kara soltó la pierna de su amada, pero esta se mantuvo fija en el mismo sitio. Ya con la mano libre, paso a estimular el nudo de nervios de la ojiverde al mismo tiempo que bajo el rostro contra sus pechos y ataco cada uno entre lengüetazos y chupones. Su lengua se sentía tan poderosa que a Lena le fue imposible no imaginar cómo sería tenerla trabajando más abajo. Pronto la combinación de las embestidas con la estimulación extra surtió efecto y Lena alcanzo el orgasmo apretando a Kara contra su pecho, escuchándola gemir y jadear cada vez más fuerte. 

—Puede liberarse señorita Zor-El —Lena escucho el sonido de la tela rompiéndose a su lado y entonces sintió la cálida semilla de Kara cubrir su interior. Dejo caer la cabeza contra su hombro y continúo embistiendo lentamente un par de veces más buscando alargar el placer recién alcanzado. 

—No puedes decir eso de la nada —se quejó aun en estado de éxtasis—. Pierdo el poco control que me queda cuando me hablas bajo los términos Kryptonianos y no puedo permitirme eso. 

—No puedo prometerte nada —se burló una vez que Kara salió de su interior y se recostó a su lado, pero su sonrisa disminuyo cuando se giró para encararla y noto que estaba viendo al techo con la cargada de pánico—. Oye, ¿qué ocurre? 

—He acabado dentro de ti —volteo a verla con preocupación—. ¡Oh por Rao, ayer también lo hice! lo lamento tanto, eso no debió pas-

—Tranquila amor —sujeto sus mejillas—. He estado tomando la pastilla.

—¿Hablas enserio? ¿Desde cuándo? —cuestiono sorprendida. 

—Desde que decidiste venir aquí conmigo. Lo cual lo hace ver extraño pues aún no estábamos oficialmente juntas, pero yo era consciente de mis sentimientos por ti y no sabía lo que podía pasar en este viaje. Y bueno...mujer prevenida vale por dos, ¿no?

—Rao, ahora creo que te amo más —le dio un rápido beso y luego se levantó para caminar al baño—. Aun así, debo tener cuidado, no sabemos cómo pueda funcionar esa pastilla ante alguien como yo.

Con Kara en el baño, Lena se permitió cerrar los ojos por unos segundos hasta que las notificaciones de mensajes en su móvil empezaron a llegar como si no hubiera un mañana. Renegó, pero aun así se estiro para alcanzarlo pues si había tanta insistencia entonces debía tratarse de algo importante. Tres llamadas perdidas y una cadena de insistentes mensajes después, Lena parpadeo confundida al ver a su autor, pero entro en pánico al leer de que se trataba todo.

—¿Qué pasa? —pregunto Kara, volviendo rápidamente a su lado pues noto el repentino cambio en los latidos de su corazón. 

—Son...son un par de llamadas y algunos mensajes.

—¿De...?

—Lex —informo, mirándola con preocupación—. Ellos estarán aquí en dos días para ver lo que estoy haciendo con este lugar.

—¿Ellos? 

—Es mi madre también. Lex y Lilian vendrán aquí. 





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Espero estén todos bien, el capitulo es algo corto pero no podía dejarlos mas sin capitulo. 
Cualquier error háganmelo saber.
¡Cuídense mucho! 

[ Loved You First › Supercorp AU › Kara g!p ] - [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora